El Mindfulness puede considerarse una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación. Juntamente a varias técnicas de relajación, su apogeo es reciente.
Como el Mindfulness tiene tanto que ver con el modo en el que manejamos nuestro foco atencional, también se lo llama atención plena.
Las propuestas de investigación y práctica del Mindfulness tienen el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas en unos términos muy concretos, y no están vinculadas a una religión o una filosofía de vida determinadas. Por lo tanto, la práctica del Mindfulness está desvinculada de creencias religiosas y filosofías de vida concretas; es, simplemente, una práctica que puede convertirse en herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas de manera demostrable.
Su popularidad ha hecho que se esté creando una biblioteca de literatura científica en la que se incluyen muchos estudios que exploran el potencial del Mindfulness en diferentes facetas.
Ya hay países o territorios que se autodeclaran zonas mindfulness. Ahora en Menorca se lanza la idea de que la isla entera sea territorio mindfulness.
Los promotores de la idea de “etiquetar” la isla como territorio mindful se basan en que es Reserva de la Biosfera y que hay un marcado interés por la sostenibilidad, lo que encaja muy bien con lo que pregona el Mindfulness.
Tras la declaración institucional que se hizo el viernes, ahora se plantean sesiones de mindful en el Lazareto de Mahón a lo largo del inicio del mes de junio.
