El Murcia, con toda seguridad el mejor equipo que ha pasado por el Pavelló Menorca, ha acabado con la racha del Hestia Menorca, tras vencer, 74-76. La derrota ha quedado en un segundo plano tras el susto en los inicios del último cuarto, provocado por la indisposición de un voluntario del Bàsquet Menorca, que ha sufrido una crisis epiléptica. Tras unos minutos de confusión y preocupación, el joven, ya estabilizado, ha sido trasladado al Hospital Mateu Orfila. Ya antes, en el descanso, otro joven se había sentido indispuesto y también ha tenido que ser trasladado al hospital menorquín. Desde Menorca al Día deseamos su pronta recuperación. Entrando en el plano deportivo el Real Murcia se ha llevado la victoria del Pavelló Menorca. Los visitantes siempre fueron por delante, dominando el rebote y con acierto ofensivo en los momentos claves. Llegó a disponer de 10 puntos de ventaja, pero el Hestia Menorca apeló a la épica y tras el parón igualó el partido a 65. En el minuto final el Real Murcia supo llevarse el partido, no sin antes ver como Guebert disponía de un triple para dar la victoria a los menorquines, pero no entró y la victoria fue para los visitantes. Los menorquines pidieron falta en la última acción, que no fue señalada por una pareja arbitral que tuvo una labor muy discutida, señalando hasta 4 técnicas al Bàsquet Menorca. El jugador murciano Whelan, que hizo mucho daño desde el triple, especialmente en el primer período , acabó el partido con 20 puntos. A él se le unió un colosal Orlov en la pintura, 10 puntos y 13 rebotes, Norris fue otro de los destacados del equipo visitante acabó con 18. Por parte menorquina Otegui acabó siendo el mejor hombre, con 11 puntos y 9 rebotes. Guebert realizó también un gran partido, 16 puntos en su haber. El partido se inició con una guerra de triples, dos por bando, Whelan por partida doble y Hernández y Méndez, que dejaban el partido con máxima igualdad. Pero el acierto empezó a bajar y a ello se adaptó mucho mejor el equipo visitante. En esa propuesta de partido el Murcia se sintió cómodo, adueñándose del rebote, con un omnipresente Orlov, y haciendo sufrir a la defensa menorquina. Oriol Pagès paraba el partido con un 10-15 en el marcador que aún aumentaría a 15-25. Un 3+1 de Corbacho minimizó el mal momento menorquín, que acabó el primer período con 8 puntos de desventaja. Llegaron entonces los mejores minutos del Hestia Menorca y lo hicieron como mejor le han salido las cosas hasta ahora, desde la defensa. Okeke castigando con sus tapones, Corbacho y un gran Guebert en este período, con 10 puntos, desde el triple y con Otegui finalizando un 2+1 que le daba un 11-0 de parcial que volteaba el marcador, 35-31. La mejoría menorquina se desvaneció entonces y Norris lidero un 0-7 murciano, que le permitió recuperar el terreno perdido y llegar al descanso con ventaja, 41-46. El parcial aún se amplió e un 0-12 tras el paso por los vestuarios y el Murcia se veía, de nuevo, con 10 puntos de renta. Orlov era una pesadilla para los interiores menorquines y la labor arbitral desquiciaba, por momentos, a afición y jugadores. El Menorca salió vivo del mal momento y se colocó a 5 puntos, a 4 minutos para finalizar el período. El Murcia salvó las embestidas locales y cerró el cuarto con un 54-62 en el marcador. Los diez minutos finales resultaron extraños, el partido se paró con un 57-65 en el marcador. Tras 20 largos minutos el partido se reanudó y llegó de nuevo el mejor Menorca del partido. Corbacho y Guebert desde el 6’75 y Otegui, firmaban un 8-0 que igualaba el partido a 65. La afición echaba el resto e intentaba dar alas al equipo al grito de “Si se puede”, y casi se pudo. De hecho Corbacho pudo poner al equipo por delante, pero el balón no entró y el Real Murcia volvió a coger 7 puntos de renta con poco más de minuto y medio por jugar. Pero la épica parecía que volvía y Guebert, tras diversas acciones desde el tiro libre, tuvo el triple para ganar. La acción no entró y fue muy protestada, por una más que posible falta al alero americano. Los colegiados no la señalaron y la victoria se escapó del Pavelló Menorca. IncidenciasMás de 2800 personas llenaron las gradas del Pavelló Menorca, con un gran ambiente en el infierno menorquín. La afición despidió con una sonora pitada a la pareja arbitral, cuya actuación fue muy protestada. |