Hace unos días unas imágenes mostraban lo que parecía un intento de ‘puenting’ en Cala Galdana, pero la historia que hay detrás es mucho más espectacular y de imágenes más plásticas. El protagonista del salto era el ciudadelano Joan Florit quien participa en el mundial de saltos de Dødsing. Esta modalidad deportiva nació formalmente en Noruega que fue el primer país en redactar una normativa al respecto y trata de saltos al agua desde una plataforma a 10 metros de altura. Hay dos tipos de saltos clásico sin figuras y estilo libre que permite realizar piruetas durante el salto. No obstante, los saltos de este tipo ya se practican en Menorca, especialmente en Cala en Brut, desde mediados del siglo pasado.
El menorquín, según consta en la web especializada dodschallenge.com, fue sexto del mundial en 2017 y undécimo en 2018. Le definen como un practicante de los saltos “desde la edad de 5 años, conquistando la mayoría de los acantilados alrededor de la isla. Døds se practica en Menorca desde la década de 1950. Lo reconocerás por su estilo creativo y elegante, combinando diferentes figuras en un salto y con una entrada suave en el agua que no parece doler. Su tatuaje de la pierna izquierda dice ‘obtienes lo que das’ y es conocido por su dedicación y esfuerzo todos los días para ganar su lugar en el podio.”
En Cala Galdana hizo una exhibición que se puede disfrutar en los siguientes vídeos filmados por Gerard Fernández. En ellos se puede observar el salto desde diferentes ángulos incluyendo un impresionante plano en primera persona.
Florit reconoce que viendo estos saltos “puede parecer peligroso, pero soy un especialista en este deporte”. También advierte que nadie, sin una preparación adecuada, puede realizar saltos así. En su caso señala que se preparó durante meses. Necesitó de una cuerda especial, un manillar adecuado y esperó al momento indicado, sin barcas en la zona y con un traje de neopreno que flota más en el periodo invernal además de entrenos en el extranjero. El saltador advierte que saltar sin más en esa zona es muy peligroso sin la preparación necesaria.
Aquí podemos apreciar el salto desde las dos orillas para ver la plasticidad de los movimientos en el aire de Florit.
… ya me parecía a mí una burrada lo de “puenting” en vuestro artículo previo del 17 de enero, me abstuve de comentar porque a todas luces eso no era puenting, sino más bien una travesura provinciana desde un puente demasiado bajo que no permite extender la elástica… ahora se aclara con la información CORRECTA… aunque sobra el plano protagónico del ambientador de coche y la mención a un tatoo que a nadie importa, las imágenes ahora sí cobran sentido… y de paso, a ver si el ajuntament de Ciutadella usa un poco de pintura antióxido, que ya toca…