La Conselleria d’educació advertía estos días; no están de vacaciones. Eso quiere decir que sus profesores les han dado deberes o les han marcado pautas para seguir con las asignaturas que tocarían si estuvieran en el aula. Pero ¿saben los padres qué papel les corresponde para hacer que sus hijos den clase en casa?
Hoy en día hay fórmulas que facilitan que se consiga una educación, aunque sea en estas circunstancias. Por un lado nos da soporte todo el tema tecnológico que nos ayuda a compartir contenido, incluso en tiempo real. Hay centros que han puesto deberes, objetivos a cumplir (como completar una lectura obligatoria, por ejemplo). Otros tienen plataformas virtuales sobre las que cubrir los objetivos que marcan los docentes.
En casa hay que establecer un tiempo en el que, sin distracciones, el alumno se concentre en hacer sus tareas. Es importante que sea un tiempo limitado. Cunde más hacer media hora de trabajo y un descanso breve para merendar o distraerse y luego volver a fijar la atención en las tareas.
Preparar un espacio en tu casa para dar clases no es tan sencillo. Obviamente ha de estar limpio y ordenado, pero sobre todo, tiene que estar libre de elementos que distraigan o envíen un mensaje negativo que pueda dar mala imagen.
Marcarse un horario con objetivos día a día ayudará a cumplir con la regularidad que tendríamos en el colegio. Se trata de evitar que los días de confinamiento en casa se conviertan en un caos o en unas vacaciones disfrazadas. De la misma manera que un autodidacta consigue aprender si es firme manteniendo su plan de estudio, los padres tendrán que conseguir que sus hijos cumplan día a día con ese tiempo dedicado a estudiar, hacer ejercicios o leer.