No hay razón para parar la actividad. Por eso, aunque el Museu está cerrado, el trabajo continua de puertas a adentro. Pero la tecnología (web, redes sociales) mantiene un vínculo vivo entre el público y el staff del museo.
Entre las diferentes actividades que están proponiendo estos días está el de aportar ideas para la que será la fiesta de la re abertura del museo.
La mejor manera de conseguir que sea un éxito está en que aquellas personas que quieran participar de la alegría de la vuelta a la normalidad expliquen cómo se imaginan ese día. Hacer un concierto, lanzar serpentinas, que haya una conferencia, abrir un nuevo espacio expositivo, que haya muchas actividades para los más pequeños de la casa. La imaginación es poderosa y el solo ejercicio de plantear cómo nos gustaría que fuera ese momento de re-encuentro anima a la organización del museo a abrir su correo electrónico para recibir propuestas.
Paralelamente, siguen las actividades en las que se implica a la ciudadanía desde su encierro hogareño. Como el de montar un juego de construcción tipo LEGO con una temática concreta. La primera prueba en la que se puede participar pide recrear un recinto de taula con las piezas que tengamos en casa. Muchos niños (o adultos) van a poder entretenerse en levantar una taula y su poblado. El premio es una visita guiada por la exposición de Joan Flaquer que ahora ofrece una visita más virtual que real, pero que espera a los próximos visitantes en cuanto se levante el estado de alarma. Mientras tanto, que no pare ni la comunicación ni el entretenimiento y la difusión de la cultura con el Museu de Menorca.
