Vamos a definir la soledad como la ausencia de compañía. Como vamos a seguir un cierto tiempo confinados, hay que tener en cuenta que muchas personas viven solas. Por eso vamos a recordar las formas de romper con el silencio en casa puesto que, aunque en ocasiones puede estar bien gozar de la tranquilidad y la calma, también es verdad que tanto tiempo sin contacto humano puede hacer mella en el individuo.
Varios ayuntamientos se han puesto a trabajar para hacer algo así como un censo de personas que viven solas y, particularmente, para conocer los perfiles de edad avanzada y que puedan necesitar un especial apoyo para su subsistencia.
Además, hay que sumar a personas (jóvenes independizados, solteros, viudos/as, o gente a la que le gusta la independencia).
Una vez localizados los perfiles sensibles para afrontar la situación de soledad prolongada, se han dispuesto servicios como el del Ayuntamiento de Maó que es una consulta telefónica que acude a intervenir en asuntos de familia o psicosociales, como afrontar solo el confinamiento, particularmente entre gente de una avanzada edad.
Tener en casa una mascota o no tenerla puede suponer para estos perfiles sociales un salto importante en cuanto a toda la parte de sentimientos del ser humano. En un primer momento, cuando tener un perro al que salir a pasear parecía ser la diferencia entre poder caminar por la calle o no hacerlo, muchas personas se apresuraron a incorporar una mascota en casa. Pero el fin con el que ahora hay personas que se plantean o que ya están asumiendo tener compañía animal va más allá; es por la necesidad de suplir la ausencia de alguien con quien vivir bajo un mismo techo.
No tan absurdo parece la idea de tener una mascota robot. Algo que había quedado relegado a un pequeño círculo de fanáticos de las tecnologías y por niños que lo recibieron como un juguete, pero que se ha convertido en algo más. Las mascotas digitales no son nuevas. Hubo un tiempo en el que Tamagotchi de Aki Maita triunfaba entre los jóvenes de toda una generación (era finales de los años 90). Nintendo supo explotar esta faceta de las mascotas digitales con juegos específicos donde podías crear, customizar y por su puesto cuidar a tus mascato a cambio de sus mimos y carantoñas. Quizás ahora vuelva a ser un tiempo en el que se vuelvan a poner de moda, casi por necesidad.