El Consell puede elaborar su propio Reglamento sobre la declaración de bienes de interés cultural inmaterial y bienes catalogados inmateriales. Pero antes de ponerse manos a la obra quiere conocer la opinión de la gente y por eso ha lanzado una encuesta que tiene nueve preguntas y que se puede encontrar en esta página web: http://ipcime.cat/inventari/
En la encuesta se pide que se citen tres ejemplos de cosas que formen parte de la médula ósea cultural de Menorca. Además, también se pide cómo creen que debería gestionarse este patrimonio.
La participación es una de las premisas básicas según la Unesco en la gestión del patrimonio cultural inmaterial, y en este caso los menorquines son aquellos a los que afecta la futura norma como comunidad que reconoce los elementos que forman parte de su patrimonio cultural inmaterial y que le infunden un sentimiento de identidad, y más particularmente los grupos, las asociaciones y los individuos que recrean constantemente estos elementos y los transmiten a las generaciones venideras.
Es por esto que el Departamento de Cultura ha puesto a disposición del público en general esta encuesta de participación ciudadana sobre la salvaguarda de estos elementos y la necesidad de que Menorca cuente con un reglamento para declararlos bienes de interés cultural inmaterial o bienes catalogados inmateriales.
Esta encuesta de participación ciudadana estará disponible durante todo el mes de junio a fin de que todo el que quiera pueda participar.
Segun la UNESCO, “patrimonio cultural inmaterial” significa las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades – así como los instrumentos, los objetos y artefactos, los espacios culturales asociados con los mismo que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconocen como parte de su legado cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación a generación, es constantemente recreado por comunidades y grupos en respuesta a su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, y les proporciona un sentido de identidad y continuidad, promoviendo de este modo el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana.
Para los fines de esta Convención, la consideración se concederá únicamente al patrimonio cultural inmaterial en tanto sea compatible con los vigentes instrumentos humanos de derecho, así como con los requerimientos de mutuo respeto entre comunidades, grupos e individuos, y a un desarrollo sostenible.
