La primera pista nos la da la propia experiencia de aquellos trabajadores que desempeñan labores que les hacen sudar. Obreros de la construcción, peones en actos en los que se queman calorías y se suda. A ellos les hemos visto trabajar sin sus mascarillas y han sido señalados por no cumplir con la norma de la mascarilla pero han sido, probablemente, de los primeros en demostrar que limitar el aporte de aire cuando te ejercitas es incompatible.
Tampoco habrán visto a ningún deportista correr con la boca tapada.
Las mascarillas, aún allí donde son de obligado cumplimiento, se pueden dejar de lado cuando así lo requiera cada situación; comiendo, compartiendo una mesa con convenientes,…
Una vez más la solución está en el grado de responsabilidad con el que aplicamos las normas. Sentarnos en una terraza sin mascarilla con amigos (o amigos de amigos) que no viven con nosotros bajo el mismo techo, o -aún peor- sin mantener la distancia con la gente de la mesa de al lado como se puede ver en muchas terrazas que se llenan estos días en Menorca, es falta de responsabilidad. Así es como se han disparado los brotes entre gente joven de la península haciendo subir la curva de contagios.
El caso es que con temperaturas muy altas y con la obligación de utilizar mascarilla, ¿qué está pasando? Falta el aire y muchas personas sufren para poder respirar con normalidad. Según el tipo de mascarilla, el escaso espacio que hay entre nuestra boca y la tela que filtra el aire no tiene tiempo para renovarse y el dióxido de carbono que exhalamos el mayor que el de oxígeno que necesitan nuestros pulmones. Ante una situación de calor respiramos más rápido, como si estuviéramos haciendo ejercicio físico, y eso nos lleva a una merma de oxígeno en los pulmones que puede llevar a desvanecimientos, especialmente en gente mayor o personas con alguna dificultad para respirar previa.
¿Qué hacer? La norma se ha de cumplir y, sabiendo que nos esperan días de mucho calor, hay que evitar las situaciones en las que se encuentren estos dos factores. De la misma manera que se recomienda no exponerse al sol a las horas centrales del día para no quemarse la piel, la gente debería entender que se deben eludir situaciones que nos obliguen a llevar la mascarilla en espacios que no estén bien ventilados, con aire acondicionado o con temperaturas muy elevadas.
Aquellas personas que tengan problemas respiratorios previos (o gente mayor) tendrán que aplicarse más estas recomendaciones.