Las cofradías de pescadores de Menorca han registrado esta temporada un total de 13.017 kilos de langosta capturada. Se trata de un 43,5% menos respecto a los 23.000 kilos de 2019. Estos datos obedecen, en buena parte a los efectos de la Covid-19 que impidió que las embarcaciones pudieran salir a faenar desde el principio según recoge Ràdio Menorca en declaraciones del patrón mayor de la cofradía de Maó, Pito Quintana.
En donde más se ha notado el descenso en capturas es en Ciutadella. Si el año pasado se lograron 12.606 kilos, en esta ocasión apenas se ha llegado a 5.384. Esto supone un 42,7% de lo que se consiguió el año anterior.
En Fornells el descenso también ha sido notorio. de 8.330 kilos en 2019 se ha pasado a 5.679 lo que implica un 31,8% menos.
Quienes menos han notado el bajón son los pescadores de Maó, aunque también hay que destacar que es la cofradía en donde menos profesionales se dedican a este marisco. De 2.200 kilos el año anterior se ha pasado a 1.954. No obstante, también señalan que todas las piezas capturadas se han vendido para consumo y que, a partir del 15 de agosto no se ha podido cubrir toda la demanda. Pito Quintana señaló como causa que los dueños de grandes yates y veraneantes de clase media y alta “que atracan sus barcos en el puerto han venido todos y han comprado langostas y otros pescados de precio más alto”.
También en el sector de la restauración en Maó se ha detectado un amplio consumo de langostas y marisco de alta gama este mes de agosto y a finales de julio.
Este descenso tan importante entre las capturas de un año y otro obedece también a que 2019 fue un año excepcional en lo que respecta a la langosta ya que se capturaron un 25% más de ejemplares que en 2018. Si se compara la temporada actual con la de 2018 el descenso es del 30% y no del 43,5%.
Otro aspecto que destacan los patrones de cofradías, como Richard Riera de Fornells, es que este año había más ejemplares en el mar, pero la falta de viveros y la menor demanda también han impulsado a pescar menos langostas.