“Esta vacuna nos brinda otra herramienta para superar la emergencia actual. Que tengamos esta segunda recomendación de una vacuna positiva en poco menos de un año desde que la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia, es un ejemplo de los esfuerzos y el compromiso adquirido por todos”, ha manifestado este miércoles el director ejecutivo de la Agencia Europea del Medicamento, Emer Cooke.
La vacuna de Moderna se administrará a los mayores de 18 años y su aprobación se ha realizado después de una “minuciosa evaluación” de los datos sobre la calidad, seguridad y eficacia de este nuevo medicamento. Se han estudiado los resultados del ensayo clínico llevado a cabo con 30.000 personas de entre 18 y 94 años que no habían sido infectados por la Covid-19 y se ha detectado una reducción del 94,1% en el número de casos sintomáticos en las que recibieron la vacuna, en comparación con las personas que recibieron placebos, 185 de 14.073 personas.
El ensayo ha demostrado una eficacia del 90,9% en participantes con riesgo de Covid-19 grave, incluidos aquellos con enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardiaca, obesidad, enfermedad hepática, diabetes o infección por VIH. La alta eficacia también se mantuvo en todos los géneros, grupos raciales y étnicos.
La vacuna de Moderna se administra también en dos dosis inyectadas en el brazo, con 28 días de diferencia. Los efectos secundarios más comunes de la vacuna han sido generalmente leves o moderados y mejoraron unos días después de la vacunación. Estos son dolor e hinchazón en el lugar de la inyección, cansancio, escalofríos, fiebre, ganglios linfáticos inflamados o sensibles debajo del brazo, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, náuseas y vómitos.