Los propietarios de perros de Menorca están en alerta. La procesionaria avanza por toda la isla y no solo en zonas de pinos sino también en áreas urbanas. Esta oruga puede ser muy perjudicial para los perros por lo que las Protectoras de Animales de Maó y Ciutadella llevan días advirtiendo de su aparición.
En los alrededores del cuartel de Santiago en Maó, en Sa Caleta, Cap d’Artrutx, Son Carrió, Cala Blanca y Cala’n Blanes, de Ciutadella, el carril bici de Fornells, la subida a Monte Toro, en la zona del cementerio de Alaior, en la carretera de Sant Lluís, … las redes sociales de las Protectoras recogen los avisos de las personas que las ven en sus paseos habituales con sus perros.
Una de estas personas explica que recogió 150 orugas en Canutells, Maó.
El contacto de los perros con la procesionaria es una amenaza real que puede incluso llevarlos a la muerte. La publicación Sr.Perro.com señala que “cada oruga dispone a lo largo de su cuerpo de unos 500.000 pelos o tricomas especiales que asemejan morfológicamente a pequeños dardos o flechas envenenados. Su pequeño tamaño y el hecho de que puedan desprenderse con facilidad implica un riesgo importante de urticaria no sólo por contacto directo sino también vía aérea a través del efecto de corrientes de viento. El contacto de los dardos con los humanos y/o mascotas suele desencadenar reacciones cutáneas locales más o menos llamativas, aunque también pueden dar problemas oculares, bronquiales e incluso anafilaxia severa.”