Un equipo de investigadores de la Universidad de las Illes Balears (UIB) y del Instituto de Investigación Sanitaria de las Illes Balears (IDISBA) ha desarrollado una metodología rápida y barata que permite predecir la evolución de la severidad de la COVID-19 a partir del análisis del perfil peptidómico del suero de los pacientes mediante la espectrometría de masas MALDI-TOF. Esta metodología hace posible que, en menos de tres horas desde la toma de muestras, los médicos puedan anticipar qué pacientes probablemente evolucionarán hacia un pronóstico clínicamente severo o si la evolución será favorable.
Estos resultados se han recogido en un estudio publicado recientemente en la revista científica Open Forum Infectious Diseases, editada por la Infectious Diseases Society of America. En este trabajo, los investigadores confirman la validez de esta metodología, que se ha testado con éxito en pacientes atendidos en el Hospital Universitario Son Espases (Mallorca). El estudio ha sido desarrollado por investigadores del Instituto Universitario de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IUNICS) y de los Servicios Científico-técnicos de la UIB, con la colaboración de investigadores del Servicio de Microbiología y del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Son Espases.
El virus provoca cambios en los niveles de determinadas proteínas presentes en el suero
El punto de partida de los investigadores era la hipótesis que el virus SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19, induce cambios en los niveles de determinadas proteínas que se pueden detectar en el suero de los pacientes graves. Gracias al estudio, han podido comprobar que estos cambios se pueden observar mediante el análisis por espectrometría de masas, unas técnicas que permiten detectar con mucha precisión y sensibilidad prácticamente todas las proteínas que están presentes en una muestra.
La metodología desarrollada por los investigadores de la UIB se basa en el análisis por MALDI-TOF del suero de los pacientes que define los perfiles peptidómicos, que es la información sobre las proteínas que se encuentran en la sangre de un individuo.
Esta técnica permite establecer unos criterios de clasificación de los pacientes según la información que se extrae del análisis de sus proteínas, y los asocia a unas variables que permiten anticipar la evolución de la enfermedad desde los estadios iniciales. La ventaja de esta técnica es que se basa en un número amplio de biomarcadores, en contraposición con otras técnicas que solo se basan en unos cuántos, por lo cual sus resultados son más sólidos.
Esta información puede ser clave para los médicos a la hora de establecer los protocolos de actuación más adecuados según el pronóstico previsto y, de manera especial, para aquellos pacientes que puedan presentar manifestaciones más graves de la enfermedad. Al mismo tiempo, los datos proporcionados por el análisis del perfil peptidómico también pueden ser útiles para monitorizar la eficacia de los tratamientos y para gestionar los recursos hospitalarios; de manera particular, las estancias a las unidades de cuidados intensivos, lo cual es muy importante durante las oleadas pandémicas.
Transferencia a los hospitales
El éxito del estudio abre la puerta a la transferencia de esta metodología de análisis al Hospital Universitario Son Espases y al Hospital Son Llàtzer, dado que solamente sería necesario configurar los equipos de análisis por espectrometría de masas MALDI-TOF que estos centros ya tienen. Esta tecnología es muy habitual en los laboratorios de microbiología, incluyendo los de la Universidad y de los principales hospitales públicos de las Illes Balears, y se utiliza habitualmente para identificar especies microbianas.
El equipo
El equipo de investigadores de la UIB que participa en este proyecto está liderado por el doctor Sebastià Albertí, catedrático de Microbiología, investigador del grupo de investigación en Resistencia Antibiótica y Patogenia de las Infecciones Bacterianas y director de los Servicios Científico-técnicos (SCT) de la UIB; y lo integran el doctor Antonio Domènech-Sánchez, profesor contratado doctor y miembro del mismo grupo; el doctor Gabriel Martorell, jefe de la sección de Análisis y Tecnologías Químicas de los SCT de la UIB; la doctora Rosa Gomila, técnica de los SCT de la UIB; y Miguel Albertí, de la Escuela Politécnica Superior de la UIB. Por parte del IDISBA, han participado el doctor Pablo A. Fraile, del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Son Espases; el doctor Antonio Oliver, del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Son Espases; y la doctora Mercedes García Gasalla, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Son Espases.
Este proyecto ha sido financiado por el Instituto de Investigación Sanitaria de las Illes Balears (IDISBA) en el marco de la Convocatoria de Expresiones de Interés para la Financiación de Proyectos COVID-19.