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Vuelve el concurso fotográfico pro-lactancia materna

Una de las imágenes que ganó en anteriores certámenes
Una de las imágenes que ganó en anteriores certámenes
Foto: Grupo lactancia materna Menorca

La organización del concurso, el grupo BPSO de lactancia materna del Área de Salud de Menorca, ha mostrado su satisfacción al poner en marcha una tercera edición que se ha hecho esperar debido a la pandemia.

Los objetivos del concurso son normalizar la imagen de la mujer que alimenta a su hijo durante la lactancia, conocer las vivencias de las madres, ayudar a la promoción y apoyar la lactancia materna.

Al tratarse de un concurso fotográfico, se valoran la calidad artística y fotográfica. Pueden participar los mayores de edad residentes en Menorca. El tema de la fotografía ha de tratar de la lactancia materna y del contacto piel con piel.
Se pueden presentar hasta 3 obras inéditas y deben enviarse a lactanciamaterna@gmail.com antes del 20 de noviembre.

Si aparecen menores de edad, debe existir el permiso expreso de sus progenitores o representantes.

8 diferentes premios serán para las mejores fotografías que estime el jurado. Las bases del concurso están disponibles en el perfil de facebook de Lactancia Menorca.

Una vez que se conozcan las obras ganadoras y las finalistas se realizará una exposición, al igual que se hizo en las pasadas ediciones. Esta exposición se hará en el vestíbulo del Hospital Mateu Orfila. Las fechas aún no han trascendido.

Amamantar a un bebé puede ser una experiencia maravillosa tanto para la madre como para el bebé. Proporciona una nutrición ideal y una experiencia de vinculación muy especial de la que muchas madres disfrutan enormemente. Además, supone una protección contra las infecciones. Los anticuerpos que la madre trasmite al bebé a través de la leche materna pueden ayudar a disminuir la incidencia de muchos trastornos, incluyendo las infecciones de oído, diarreas, infecciones respiratorias o meningitis.

Hay otros factores que contribuyen a proteger a los bebés amamantados contra las infecciones, al favorecer este tipo de lactancia el buen funcionamiento del sistema inmunitario, aumentando las defensas contra las infecciones y disminuyendo la proliferación de microorganismos nocivos como las bacterias y los virus.

La lactancia materna es especialmente beneficiosa para los bebés prematuros y también puede proteger a los pequeños contra las alergias, el asma, la diabetes, la obesidad o el síndrome de muerte súbita del lactante.

En conjunto, los bebés amamantados tienen menos infecciones y se tienen que hospitalizar menos frecuentemente que los alimentados con leche artificial.
Los componentes de la leche materna a menudo denominados la “comida perfecta” para los bebés humanos, son fácilmente digeribles por el sistema digestivo, todavía inmaduro, del recién nacido.

Así, los bebés amamantados tienen menos problemas digestivos que los alimentados con leche artificial. La leche materna tiende a digerirse con mayor facilidad, por lo que los bebés amamantados tienen menos episodios de diarrea o estreñimiento.

La leche materna también contiene, lógicamente, muchas de las vitaminas y minerales que necesita un recién nacido. Una madre sana no necesita tomar ningún suplemento vitamínico o nutricional, exceptuando la vitamina D. La leche materna contiene algo de vitamina D y esta vitamina se fabrica en el organismo cuando la piel se expone a la luz solar. Pero, puesto que la exposición solar aumenta el riesgo de lesiones cutáneas, se recomienda minimizar esta exposición. Consecuentemente, se recomienda administrar suplementos de vitamina D a todos los bebés amamantados durante los dos primeros meses de vida y hasta que ingieran suficiente cantidad de leche enriquecida con vitamina D (a partir del año).

La leche materna no cuesta ni un euro. Y, debido a sus propiedades inmunitarias y a los anticuerpos que contiene, los bebés amamantados enferman menos que los alimentados con leche artificial.

Las mujeres que amamantan a sus hijos tienen que faltar menos al trabajo para cuidarlos cuando se ponen enfermos.

Por lo general, una madre lactante necesita 500 calorías adicionales cada día para producir leche materna, lo que significa que deberá ingerir una amplia variedad de alimentos equilibrados. Esto permite que los bebés amamantados puedan probar diferentes sabores a través de la leche materna, pues esta sabe de forma diferente en función de lo que haya comido la madre.
Sin tener que hacer carreras de última hora al supermercado, la leche materna siempre está disponible y lista para tomar. Y tampoco hace falta calentar biberones a media noche. A las madres que amamantan a sus hijos también les resulta más fácil estar activas -y entrar y salir de casa con sus bebés- sabiendo que podrán alimentarlos en cuanto los pequeños tengan hambre.
Algunos estudios han constatado que la lactancia matera ayuda a prevenir la obesidad.
Otros estudios sugieren que los niños alimentados exclusivamente con leche materna tienen un coeficiente intelectual ligeramente más alto que los alimentados con leche artificial.
Muchas madres disfrutan enormemente de la íntima conexión que establecen con sus bebés cuando los amamantan. Y el contacto piel a piel puede contribuir a afianzar el vínculo emocional.


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