El temporal que asoló Menorca en octubre de 2018 con una ‘cap de fibló’ que deribó cientos de árboles y las torres de media tensión dejando media isla sin electricidad durante tres días es uno de los fenómenos de este tipo estudiados en el libro “Els temporals destructius als boscos de les Illes Balears”.
La publicación profundiza en los impactos ambientales que estas perturbaciones naturales han causado en los hábitats forestales, las causas meteorológicas y la respuesta de restauración ambiental por parte de la administración forestal. El libro ha sido presentado este jueves por el consejero de Medio Ambiente, Miquel Mir, y el rector de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Jaume Carot.
El libro es fruto de la colaboración interadministrativa entre el Servicio de gestión forestal de la Conselleria y el equipo de investigación en Hidrología y Ecogeomorfología en Ambientes Mediterráneos de la UIB. Tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de las dinámicas de los ecosistemas y hábitats insulares después de un grave impacto como son los temporales de viento.
La publicación cuenta con la participación de 15 autores que profundizan en el análisis geoambiental de los cuatro grandes temporales destructivos que han afectado gravemente a los bosques insulares: Mallorca en 2001, Menorca en 2018, Ibiza en 2019 y la Serra de Tramuntana en Mallorca en 2020. Entre 2001 y 2021, un total de 12 temporales de viento han generado daños significativos en las Islas Baleares, Los cuatro en los que se basa la publicación destacan por la superficie afectada, más de 500 hectáreas, y por el gran impacto causado en el paisaje y sobre los hábitats forestales.
En la presentación ya se ha advertido que este tipo de fenómenos atmosféricos se vana repetir cada vez con más frecuencia y virulencia.