El Servicio de Protección de Especies, junto con la asociación Iniciativa per a la Recerca de Biodiversitat de les Illes Balears (IRBI) y el Acord per a la Conservació dels Albatros i Petrells (ACAP), ponen en marcha una campaña para reducir la mortalidad de las pardelas cenicientas (Calonectris diomedea) que se pueden encontrar caídas en los núcleos costeros.
La pardela cenicienta es una ave marina que vive en mar abierto y se acerca para criar a islas, islotes y acantilados del litoral, donde ponen un solo huevo a finales de mayo o principios de junio. A mediados del mes de octubre los polluelos empiezan a abandonar el nido y es cuando, debido a la inexperiencia, se pueden desorientar y ser atraídos hacia los núcleos de población cercanos a la costa con la iluminación artificial y caer. Así, pueden ser atropellados o atacados por depredadores, como los gatos.
Por este motivo, Medio Ambiente y la asociación IRBI recuerdan a la ciudadanía que, en caso de encontrar una pardela cenicienta en peligro, se tiene que llamar el 112 o al Consorcio de Recuperación de Fauna de las Illes Balears (COFIB) para activar el protocolo de rescate adecuado. En caso de tenerlo que recoger de la zona donde se encuentra, se tiene que coger con cuidado y dejarlo en una caja ventilada hasta que lleguen los técnicos. Si está muerto, también es adecuado comunicarlo para tener constancia.
Desde el 2010, el COFIB ha atendido 137 pardelas cenicientas, 85 de las cuales han sido polluelos. La mayoría de estas lo hicieron por problemas relacionados con la contaminación lumínica.
El Servicio de Agentes de Medio Ambiente colabora en la vigilancia para detectar polluelos desorientados y en la distribución de la información en los cascos urbanos donde más caen las crías de pardela cenicienta.
La pardela cenicienta se distribuye alrededor de casi todas las islas de Eivissa y Formentera, mientras que en Menorca se puede encontrar en el Oeste, en el Norte y en el Sudeste. En cuanto a Mallorca, las poblaciones ocupan Cabrera y el suroeste de la isla. Durante la migración se dispersa por el océano Atlántico.