Llevaba 200 personas a bordo, entre tripulantes y pasajeros que, junto con el ganado que transportaban para alimentarse en las largas travesías por el mar, dormían en la ‘artillería, la cubierta de abajo en unas condiciones pésimas. Cuando se hizo el viaje a América se hizo una simulación para ver si entraban esas 200 personas pero, a pesar de que está hecho a la misma escala, solo cabían 50, o sea que dormían hacinados unos encima de otros’. Ahora son entre 20 y 22 tripulantes. Se trata del Galeón Andalucía que está atracado en el puerto de Maó, junto a la reproducción de la Nao Victoria y el pailebote Pascual Flores.

Son naves que la Fundación Nao Victoria ha trasladado hasta Menorca y que ya se pueden visitar en el muelle de Autoridad Portuaria.

El Galeón, un imponente navío de 55 metros de eslora, reúne las características de este tipo de embarcaciones del siglo XVI al XVII y ya ha dado la vuelta al mundo. Su primera travesía fue a Shangai en 2011. Desde entonces ha recorrido muchos países y ha tenido que cambiar los más tiles, que eran de madera, por otros de hierro que son más duraderos y menos pesados.

El Galeón Andalucía es ‘un auténtico museo flotante de nuestra cultura marítima, que actualmente alberga la exposición “Lotería de ida y Vuelta”. Una muestra realizada por Loterías y Apuestas del Estado, sobre el origen de nuestro sorteo más popular, su historia, su vocación social, y cómo pasó por diferentes países americanos y a Filipinas a lo largo de tres siglos a bordo de los galeones’ .

A su lado, la Nao Victoria es la réplica del navío que hace cinco siglos, capitaneado por Magallanes y Elcano protagonizó la mayor aventura marítima de todos los tiempos: La Primera Vuelta al Mundo (1519- 1522). Es una auténtica obra maestra de la carpintería de ribera de nuestro país, con un minucioso rigor histórico en la que se han respetado los detalles de la original. Desde su construcción en 1991, ha realizado ya inmensas singladuras por todo el planeta. Durante los años 2004/2006 completó su propia vuelta al mundo, surcando más de 26.000 millas náuticas, haciendo escala en 17 países, y desde entonces no ha cesado de navegar por el mundo, realizando importantes giras culturales por cientos de puertos de EE.UU. y Europa recibiendo a lo largo de ellos cientos de miles de visitas.

Además, las personas interesadas pueden realizar su ‘bautismo de mar’ en el pailebote Pascual Flores, de 34 m. de eslora, símbolo de los últimos veleros del Mediterráneo, construido en Torrevieja (Alicante) en 1917 para el próspero comercio de la sal con el Mediterráneo y África.