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Dos leyes para los jóvenes de Baleares y una realidad compleja

El Anuario de la Educación aborda la incorporación de nuevos marcos legislativos que acuden para ayudar a un colectivo que tiene necesidades relevantes

Para poner en marcha estas ayudas el Gobierno ha aprobado una dotación de 170 millones de euros
Para poner en marcha estas ayudas el Gobierno ha aprobado una dotación de 170 millones de euros

Desde la gestión del éxito o fracaso escolar, la tentativa de entrar en el mercado laboral evitando malos contratos, soñar con un techo propio al alcance de sus bolsillos,… Son muchas las aristas que contempla el Anuario de la Joventud que se ha presentado recientemente en la Universitat de les Illes Balears (UIB).
Y dos leyes que suponen un aliciente a suplir la merma de oportunidades para los jóvenes Baleares.

La quinta edición de esta obra que recoge datos y estudios varios ofrece algunas novedades: El Parlamento de las Islas Baleares ha aprobado dos leyes fundamentales para la juventud como son la Ley de políticas de juventud y la Ley de ocio educativo. El objetivo es facilitar los proyectos de vida de las personas jóvenes en una sociedad cohesionada.

En este sentido, el anuario se hace eco de este nuevo marco, y algunos artículos hablan del contexto normativo. Las diferentes iniciativas y preocupaciones en torno a la juventud en las Islas Baleares aparecen reflejadas: adicciones a las nuevas tecnologías, igualdad de género, acoso, situación de los profesionales que trabajan con la juventud , iniciativas de carácter local, y más.

Se pueden sacar varias conclusiones de interés. Menorca destaca en cuanto a que es el lugar donde las jóvenes tardan más en decidir ser madres. En general se retrasan también la edad de casarse (aunque cae la institución del matrimonio respecto a décadas atrás), se retrasa la emancipación de los jóvenes por el alto coste que supone a sus bolsillos,…

Una de las reflexiones es la del presidente de la Plataforma Infancia, Carles López, que dice; “buena parte de las personas jóvenes tendrán que convivir toda su vida —mucho más que ninguna otra franja de edad— con las heridas de la pobreza, y con la necesidad de medidas valientes por parte de las administraciones públicas para para evitar la inestabilidad constante en el momento de organizar su propio proyecto vital”.

Respecto a la política y los jóvenes dice: “si bien los jóvenes tienen un interés por la política que no se aleja de los otros grupos sociales, existe la sensación mayoritaria de que tienen poca capacidad de influencia en las decisiones que se toman y que no tienen más forma de incidir- que el voto”

En relación a su capacidad de asociarse apunta; “cabe destacar el papel de las personas jóvenes en el proceso de recuperación de los espacios asociativos de participación y representación: los consejos de la juventud. De esta forma, grupos de jóvenes organizados en plataformas de entidades han conseguido recuperar los consejos de la juventud”.

Para finalizar destacamos la fotografía de la juventud en cifras, según esta edición del anuario.
La edad media de la población en Baleares es de 41,42 años: 40,81 años en el caso de los hombres (41,61 años los españoles y 37,41 años los extranjeros) y 42,6 años en el caso de las mujeres (43,72 años las españolas, con una diferencia de 6 años de edad respecto a la media de edad de las mujeres extranjeras, que es de 37,79 años).

Desde 2019, Alcúdia es el municipio de Baleares con un porcentaje superior de población joven. De acuerdo con el padrón de 2021, el 18,2 % de su población tiene entre 15 y 29 años. En Palma, la juventud, como en el 2019, sigue representando el 17,4 % de la población total del municipio, mientras que Inca mantiene el peso del 17%.

Por lo que se refiere a Ferreries, Son Servera y Capdepera, el porcentaje de jóvenes ha dejado de ser superior al 18 % (18,3 %, 18,2 % y 18,1 % respectivamente en 2019), y Manacor pasa a ser (17, 5 %) el segundo municipio con mayor porcentaje de jóvenes en 2021.

En el otro extremo, el municipio con menor número y porcentaje de personas jóvenes sigue siendo Escorca, con 21 residentes de entre 15 y 29 años, el 11,6 % de su población, que cae por debajo de los 200 habitantes (181). Otros municipios con poca representación juvenil son Estellencs y Búger, con un 11,7 % y un 11,8 % respectivamente. En Banyalbufar, Lloret de Vistalegre y San Juan de Labritja el peso es inferior al 13 %, y en Costitx, Algaida, Ariany, ses Salines y Mancor de la Vall los y las jóvenes representan menos del 14 % de la población.


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