Las relaciones tóxicas son aquellas en las que una o las dos personas involucradas, experimentan sentimientos negativos y nocivos de forma constante. A menudo estas relaciones son abusivas y pueden ser difíciles de reconocer y salir de ellas. Éstos son algunos de los signos más comunes en este tipo de relaciones:
Control excesivo: Controlar la vida de pareja, puede incluir desde el tiempo que pasa con amigos y familiares hasta la ropa que se pone. La otra persona puede sentir que no tiene libertad para tomar decisiones o está siendo manipulada.
Celos y posesividad: Debido a esto, una persona puede sentirse atrapada y sin espacio para respirar o hacer las cosas que le gustan.
Comportamiento verbal o físicamente abusivo: una persona en una relación tóxica puede experimentar violencia física o verbal por parte de su pareja. Puede ser en forma de insultos, gritos, golpes y otros comportamientos abusivos.
Falta de respeto: No sólo el hecho de hablar mal del otro a sus espaldas, sino también insultos, burlas y otras formas de desprecio.
Manipulación: Esto puede ser la amenaza de dejar la relación si la persona no hace lo que quiere su pareja, el chantaje emocional y otras formas de manipulación.
Falta de comunicación: las personas que están dentro de una relación tóxica a menudo tienen dificultades para comunicarse de forma efectiva. Incluye también las comunicaciones negativas y destructivas.
Desconfianza o sospechas excesivas.
Falta de apoyo: Los miembros de la pareja pueden sentir que carecen de apoyo emocional del otro, tanto en momentos difíciles, como la falta de interés en las necesidades y sentimientos cotidianos.
Desigualdad en la relación: es frecuente una falta de equilibrio en la toma de decisiones, el apoyo emocional y otros aspectos de la relación.
Falta de compromiso: se puede sentir que tu pareja no está comprometida con la relación o no trabaja para realizar cambios para mejorarla.
Es importante recordar que una relación tóxica puede manifestarse de distintas formas. Si sientes que estás dentro de una, es crucial hablar con alguien en quien confíes y buscar la ayuda de un profesional de la salud mental o un terapeuta para hablar sobre tus sentimientos y encontrar formas de salir de la relación de forma segura y saludable.
.- Este es n artículo de Eva Remolina y AMIC para Menorcaaldia.