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Los líderes se consolidan a falta de una jornada final con previsión de mucho viento

El Mariska se marca tres triunfos en tres jornadas y mañana conseguirá su primera victoria en la Copa del Rey Repsol de Barcos de Época

El Gipsy (1927) con el colosal aparejo del Spartan (1913) al fondo (Foto: Nico Marínez)
El Gipsy (1927) con el colosal aparejo del Spartan (1913) al fondo (Foto: Nico Marínez)

El viento del sudeste acompañó a la flota de la XIX Copa del Rey Repsol de Barcos de Época por segundo día consecutivo y permitió completar el programa de regatas, a falta de un solo día para el final de la competición. El cielo amaneció despejado y así se mantuvo a lo largo de toda la jornada, en la que también se despejaron las opciones de los favoritos. No hubo cambio de líderes en ninguna de las clases y tampoco se produjeron grandes movimientos en los podios, aunque el recorrido nada tuvo que ver con los de las dos mangas previas.

Todas las clases realizaron un recorrido de 14 millas náuticas por la costa norte de Menorca, con salida en la bocana del puerto natural del Mahón y llegada en el interior de la rada, momento que permite acercar toda la plasticidad de la vela y de los barcos clásicos a la ciudadanía. Muy pocas regatas en el mundo permiten contemplar sus compases finales desde tierra y ninguna enmarcada en el paisaje de la fortaleza de La Mola y la Illa del Rei.

Mariska (Big Boats), Spartan (Época Cangreja), Comet (Época Bermudiana), Argos (Clásicos) y Lohengrin (Espíritu de Tradición) afrontan la prueba final afianzados al frente de sus respectivas clasificaciones generales. El parte meteorológico anuncia de nuevo para mañana viento de Xaloc, pero con una diferencia importante: las rachas podrían superar los 25 nudos. Cabe esperar que, con estas condiciones, el Comité de Regatas opte de nuevo por un recorrido en la costa septentrional de Mahón, mejor protegida del viento de componente sur y, sobre todo, del fuerte oleaje que podría formarse.

Big boats

El Mariska (1908) no es sólo, con sus 27 metros de eslora y su majestuoso aparejo de cangreja, uno de los barcos de época mas espectaculares del mundo; es también uno de los más competitivos. Nació para ganar regatas hace 115 años y mañana levantará su primera Copa del Rey Repsol. Su actuación no ofrece lugar a dudas: tres regatas, tres triunfos. Ni el Hallowe’en (1926), con el que comparte el honor de haber sido diseñado por William Fife III, ni el Viveka (1929), vencedor el año pasado, han sido rivales para este velero concebido para competir entre iguales bajo la fórmula FI15M pero capaz de estar al máximo nivel en las clases Época Cangreja o Big Boats, como ha ocurrido en Mahón.

Época Cangrejera

No hubo sorpresas en la clase Época Cangreja, donde el estadounidense Spartan (1913) se adjudicó la victoria y conservó el primer puesto alcanzado ya en la primera jornada. La embarcación patroneada por Aladin Montel, un diseño de Nathael Herreshoff, hace valer su mayor eslora y superficie vélica, y navega muy separada de sus dos principales rivales, el Viola (1908), que hoy fue segundo, y el Chinook (1916), bronce provisional. Al velero americano le basta con no cometer ningún error para asegurarse la que sería su tercera victoria en la Copa del Rey Repsol, tras las obtenidas en 2016 (en la clase Big Boats) y en 2022.

Época Bermudiana

El británico Comet (1946), patroneado por Marc Marciano, lidera la clasificación de clase Época Bermudiana con cuatro puntos y aventaja en dos al uruguayo FJord III (1947), del armador Pablo Desponti, que hoy hizo una gran regata y se adjudicó el parcial, relegando al Sonata (1937) a la tercera posición. El líder, un diseño de Sparkman & Stephens construido por el astillero de Henry Greve, goza de ventaja suficiente ganar su primera Copa del Rey Repsol si mañana es capaz de controlar a sus dos rivales.

Clásicos

El Argos, de la armadora estadounidense Bárbara Trilling, patroneado por Eduardo Méndez, puso rumbo a la que, con toda probabilidad será su séptima victoria en Copa del Rey Repsol. Ninguna embarcación de la categoría de Clásicos ha ganado tantas veces la regata organizada por el Club Marítimo de Mahón. Y no parece fácil que pueda conseguirlo en un futuro inmediato. Trilling y su equipo, formado en su mayor parte por regatistas nacionales, se ha impuesto en todas las ediciones desde 2015, con la excepción de 2017, en que un velero llamado Ardi introdujo un inesperado giro en el guión. La defensa que este Hollman & Pie construido en los astilleros Carabela en 1964 hace de su ratting, unido al magnífico trabajo de su tripulación, lo convierte, hoy por hoy, en un velero casi invencible. El Saint Cristopher (Olin Stephens, 1966), segundo a dos puntos del Argos, intentará mañana dar la campanada, mientras el Don Quijote (Germán Frers, 1963) saldrá desde la tercera plaza, con el podio prácticamente asegurado.

Espíritu de tradición

La igualdad ha sido la tónica en la clase Espíritu de Tradición desde el primer bordo. La composición del podio tendrá que esperar al último asalto de mañana, al que el Puma 34 Lohengrin (1974), patroneado por Jordi del Tarré, y el Spirit Happy Forever (construido en 2008 con líneas clásicas), del armador Christian Oldendorff, llegan separados por un punto. Ambos han ganado una de las tres mangas disputadas desde el pasado miércoles y cuentan con tripulaciones experimentadas y con capacidad de desequilibrar la balanza a su favor. Las dos grandes sorpresas de esta edición han sido la caída del Calima de los puestos de podio (tras alzar la Copa una docena de veces) y la irrupción de un barco recién restaurado, el Celeste di Mare (Sparkman & Stephens, 1971), tercero en la general provisional, con seis puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor.

La salida de la última regata de la Copa del Rey Repsol de Barcos de Época esta programada a las 12.30 horas de mañana sábado. La entrega de trofeos tendrá lugar a las 19.00 horas en la terraza del Club Marítimo de Mahón con la presencia de las principales autoridades insulares.

Declaraciones de los protagonistas

Dan Pojska, patrón Mariska: “Hoy fue un día afortunado para nosotros. Hubo menos viento. Mariska enseña los dientes a partir de los 13,14 nudos. Conseguimos salir adelante, pese a que nuestra salida no fue perfecta, en el tramo final superamos al Viveka y conseguimos mantener las distancias. Los de Viveka son unos grandes marineros, pero las condiciones nos han favorecido esta vez y hemos hecho la regata perfecta sin errores en las maniobras. Hemos tenido un poco de suerte, pero por supuesto no todo es suerte, claro. Ha sido nuestra primera vez en Mahón. Es realmente precioso. El final en el puerto es absolutamente espectacular y tuvismo suerte con el tiempo teniendo en cuenta el mal tiempo que hubo los días anteriores”.

Matías Gil, maestro velero y tripulante del Argos: “Hoy ha sido una regata muy táctica y con mucha maniobra, la mejor hasta ahora de la competición. Hoy se trataba de buscar el viento de tierra. Las regatas de clásicos de Mahón son las mejores de España tanto por el entorno como por la organización. Estamos trabajando con una tripulación que mezcla veteranos y nuevas incorporaciones y está funcionando muy bien, con muy buena coordinación”.


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