Estuvimos mirando al cielo estos días por las grandes concentraciones de estorninos cuando, escuchando al presidente de la Societat Ornitològica de Menorca (SOM) Oscar García, tal y como lo explicó en una entrevista en Radio Menorca, nos dejó el sorprendente comentario de que una familia de pelícanos había recalado en la isla procedentes de un zoo francés. De eso ya hace un par de años y la colonia está creciendo. El motivo es que en la Albufera de Es Grau, dentro de los límites del Parque natural, encuentran comida y tranquilidad.
Los pelícanos, conocidos por su imponente presencia y vuelo elegante, son aves acuáticas fascinantes que habitan en latitudes mediterráneas y diversas regiones del mundo. Estas aves pertenecen a la familia Pelecanidae y se distinguen por sus enormes picos, patas palmípedas y su inconfundible bolsa gular.
Son aves de gran tamaño, con envergaduras que pueden superar los tres metros. Su distintivo pico largo y robusto, dotado de una bolsa gular extensible, es una herramienta clave para la captura de peces. Su plumaje, generalmente blanco, se mezcla con tonos grises o rosados durante la temporada de cría.
Los pelícanos son versátiles en su hábitat, ocupando áreas costeras, lagos, estuarios y humedales. Se les encuentra en latitudes mediterráneas, como en el Mar Mediterráneo, donde disfrutan de climas cálidos y acceso a fuentes abundantes de alimento. El descubrimiento de unos ejemplares en la Albufera de Es Grau por los ornitólogos permitió detectar que estaban anillados y, por la información de esas anillas, entender que procedían de un zoo francés.
Estas aves son maestras pescadoras. Forman grupos y cooperan en estrategias de caza, utilizando sus bolsas gulares como una red para atrapar peces. Su dieta se compone principalmente de peces como los que pueden encontrar en la Albufera del Parque Natural, aunque también consumen crustáceos y ocasionalmente aves acuáticas más pequeñas.
El ciclo de vida de los pelícanos está marcado por la migración estacional y la formación de colonias para la cría. Durante la época de reproducción, las parejas establecen nidos en áreas protegidas, utilizando ramas y vegetación. La hembra generalmente pone de uno a tres huevos y ambos padres participan en la incubación.
Los pelícanos son migratorios, desplazándose estacionalmente para seguir las corrientes de alimentos. Aunque no enfrentan amenazas significativas en términos de conservación, las perturbaciones en sus hábitats y la contaminación pueden afectar su bienestar.
A lo largo de la historia, los pelícanos han sido símbolos de generosidad y altruismo en algunas culturas. Su imagen a menudo está asociada con la maternidad y la dedicación a la crianza de la descendencia.
