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“Días de post-reflexión”

Un artículo de Adolfo Alonso

(Imagen: PIXABAY)

Llego de un viaje de trabajo por la noche de la península tras un maratón por el Aeropuerto de Barajas, en dirección a Palma y un segundo maratón por el Aeropuerto de Palma para llegar al avión de Menorca. Quiero decir que con tanto “deporte” cortesía de Iberia y de su número de vuelos directos Madrid-Menorca, no he tenido tiempo de mirar la prensa, así que me voy enfrente de casa a un bar a leerla. Dramático, mientras uno vuelve de los Juzgados de Ávila, de una batalla legal enconada, lo único casi que puedo leer son páginas y páginas y páginas de opinión sobre el periodo de reflexión de Pedro Sánchez y su comunicado, poniéndole verde.

 

Cierro el periódico, embotado y en estado de transmodernidad, y pongo la televisión. En la cadena estatal la leña va para el alcalde de Madrid, del PP por haber dicho que Pedro Sánchez se había ido a reflexionar a Doñana, en base a un bulo de la prensa. Veo por otro sito que el presidente ha dicho que han de adoptarse medidas contra la pseudoprensa y con la bronca del Poder Judicial.  Y sigue y sigue y sigue. Ya no hablamos de Ayuso o de Feijoo o de Óscar o de Yolanda, ni de las vueltas que esta vaina va a seguir dando.

 

Pero algo me ha quedado grabado en este proceso personal del presidente, que comprendo y respeto. Es la imagen de la Vicepresidenta del Gobierno arengando a las masas en Ferraz. Tenemos una vicepresidenta que no nos la merecemos, y su imagen me recordó, salvando todas las distancias que existen entre una y otra, a la del Presidente Salvador Allende el día del asalto al Palacio de la Moneda con casco y metralleta.

 

Otros ministros han mantenido bajo perfil y se agradece. Creo que en el gobierno hay una parte tecnócrata, o sea están ahí no por ser políticos, sino por sus características personales, en ministerios de gestión muy importantes, como Interior y Defensa, y otros están ahí no por ser especialmente brillantes sino por practicar el paracaidismo.

 

Sigo sin tener claro de otro lado quien podrá con quien si Pedro con Yolanda o Yolanda con Pedro, por ahora gana Pedro por puntos pero Yolanda mantiene la guardia ordenada. Hubo un tiempo en que el PSOE unía en sus gobiernos a ambos perfiles, tecnocracia e ideología.  Por ahí andaban después por la OTAN y por la UE. Se les echa de menos. 

 

Para mí, escrito está, no había duda respecto del resultado del periodo de reflexión, y me mantuve como ahora en clave estrictamente personal, aunque pueda parecer a muchos increíble, y respetando al Presidente en su proceso. No todos lo habrían hecho así pero como se dice en mi tierra natal “K-1 ye K-1  y el mundo una piragua donde entramos tos “. Mi clave es de decisión personal, y no de táctica política. Así quedé antes del lunes  y hoy también así se queda, ni especulo ni le saco punta, ya casi por aburrimiento y por no entrar en este tema que era lo que nos faltaba.

 

Me llamaba más a la inquietud el día después de la continuación de la presidencia, o sea ayer martes y los días de post reflexión como hoy y lo que nos viene para las elecciones de Catalunya y el desarrollo. 

 

Existe una grieta social y política en el país 

 

Se dice que esto es un fenómeno global en todo el mundo y se le da la clave de los movimientos de extrema derecha que están presionando cada vez con más fuerza en el sistema democrático en todos los países del primer mundo. El segundo y el tercero no tocan bola en esto.

 

Yo no creo que pueda reducirse a la extrema derecha o a un minimalismo de demócratas y fascistas, buenos y malos en definitiva, a donde se conduce el dialogo político. Siempre que se ha reducido tanto el dialogo político se ha acabado a tiros. El siglo XX es un buen ejemplo en los años 30 y 40 y en el periodo de guerra fría.

 

Pero a mí me importa más lo que tengo en casa y lo que algunos vecinos próximos tienen en la suya, por si me llega la inundación.

 

Y en estos días de post reflexión hay puntos. Bildu ha hablado de acabar con el Régimen de la Constitución del 78 y está blanqueando a ETA con el apoyo de una parte importante de la sociedad vasca. Bien. Me entero que he vivido en un régimen, como podría ser terrorista, el Franquista, o el bolivariano o el califato o talibán. Y el segundo punto es el reposicionamiento  post reflexión, en las elecciones de Catalunya, porque en el fondo estamos también peleando por el “Régimen” del 78. No escapará a nadie que un gobierno de partidos independentistas catalanes, unido al empate del País Vasco entre PNV y Bildu, y con el añadido del BNG en Galicia, supone un debate muy serio, mucho más serio, que derivar la discusión política al enfrentamiento PSOE-PP en la bronca. Mientras dos riñen tres avanzan y aprovechan, legítimamente además, la bronca para reforzar sus postulados; decir que la cosa no va con ellos, sino que es cosa de los españoles y debilitar el sistema constitucional democrático de 1.978.

 

Entonces la discusión política esencial no es entre demócratas y fascistas, absurda aquí, sino sobre el modelo político de futuro, entre estabilidad o inestabilidad, entre conservadores y revolucionarios, y por conservadores debo meter a todos los partidos que quieren hacer saltar el modelo de la constitución de 1.978.

 

En el panorama de prioridades las distracciones se pagan caras, especialmente para los que queremos mantener el marco de configuración política de la Constitución de 1.978, y es esto lo que cada vez más y más está agrietándose. Así que menos fachosfera, menos política de insulto de Feijoo y PP, y más unidad en un campo común claro, porque los que quieren cambiar “el régimen” tienen su campo clarito pero que muy clarito. Hay política por hacer, más claridad de donde tenemos el problema,  menos insulto, más alta política en el parlamento y mucha concentración en las elecciones catalanas.

 

Estos días el panorama catalán esta complicadísimo. Puigdemont para arriba, ERC en modo incomprensible para el electorado lo que genera inseguridad, para abajo,  y Salvador Illa de ganador a ver si recolecta los votos que se vayan de Ciudadanos. Illa es de los pocos intelectuales (es filosofo) que hay en política. Hombre honesto, inteligente, de los que creen en la política como un producto de la filosofía, hábil, pero no es de los de baile en mitin. Es un tipo serio y esto no sé qué reflejo tendrá en los votos necesarios para gobernar. Vivimos en una sociedad en la que ni la filosofía ni la inteligencia están valoradas. Ser el mejor no quiere decir que vaya a ganar las elecciones ni que vaya a gobernar.

 

Después de los 5 días de reflexión, viene el reinicio, a esto deberían destinar las páginas de los periódicos y la concentración en lugar de despistarnos con opiniones inútiles.


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