Para poder mirar el federalismo, la fiscalidad, el modelo tributario, a partir de los pactos de investidura PSC-ERC, desde la cabeza y no desde las vísceras, debemos colocarnos en el lugar de la Generalitat y de su cultura, de la misma forma que hay que pedir a la Generalitat que se ponga en la cultura de otros territorios.
Un poco de historia puede ayudar. Aparentemente muchos de nosotros hemos partido históricamente del matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, en el siglo XV como la constitución del Reino de España, cuando en realidad era la unión de dos reinos así llamados Aragón y Castilla, por matrimonio de sus dos reyes. La idea al uso es la de una unidad total entre organizaciones políticas semejantes. No fue así, fue la unión de dos reinos con dos reyes en ejercicio, con historia y tradición política diferentes. La organización de Aragón aparentemente era más compleja que la de Castilla. Se basaba en una suma de territorios autónomos, bajo una única corona pero con unas cortes diferentes en cada territorio, de forma que el Rey debía pactar los cambios con las respectivas cortes, convocarlas y pactar con ellas. Catalunya contaba con sus propias cortes, y en 1359 se constituye una comisión permanente con dos funciones, control del poder del Rey de Aragón y tributos. Es la Generalitat de Catalunya. No es posible entender esa dinámica desde una mentalidad histórica que parta del Reino de Castilla y León, incluyendo el Principado de Asturias. Castilla fue mucho más monolítica que lo fue el Reino de Aragón. Esto parece que se olvida cuando se hacen las grandes afirmaciones de la igualdad y de la unidad, pero quizá nos lleve a entender mejor la historia catalana. Tiene su fundamento y forma parte de su historia, que es la historia de todos ahora.
En este entramado hay tres monasterios catalanes esenciales.. Montserrat, Ripoll y Poblet. Montserrat y Ripoll han sido históricamente centro de nacionalismo Catalán, la Lliga, Cambó, Pujol, en fin todo lo que hoy entendemos como nacionalismo contemporáneo. Sin embargo Poblet ha sido diferente.
Al actual presidente de la Generalitat hay que pillarle los mensajes en sus actos, casi tanto más que en sus discursos. No se sabe bien si unos y otros son consecuencias, pero sí que son lineales y el mensaje es siempre el mismo. Humanismo cristiano, catalán, tolerante, diversidad e integración en una Catalunya de todos.
Y con Salvador illa, Poblet llama a la puerta y convoca su primer Consejo de Gobierno en el monasterio. Esto tiene una clave y un mensaje que es preciso entender porque nos pone en pantalla lo que será posiblemente la evolución del nacionalismo y del catalanismo en el futuro, y la pluralidad de ser catalán y de Catalunya en Catalunya y en España Su discurso es diferente al discurso del ‘procés’ y lógicamente ha de ser un discurso en catalán y desde el catalán.
Los impuestos y la lengua, que tanto chocan en Castilla y Aragón, no deberían chocar, porque es historia, y por lo tanto de todos.
El monasterio cisterciense de Poblet es el más próximo a Lleida y a la zona de la Franja Aragonesa. Fué panteón de los Reyes de Aragón. Primer detalle, incrustación en la historia de Aragón y de su posición desde la existencia de cortes catalanas, control y recaudación de impuestos. Segundo detalle, sede de la fundación Tarradellas, al que Illa admira en su posicionamiento final y es la vuelta de la Generalitat, después de una fase historia de represión. Tercer detalle, es cisterciense, y por lo tanto reivindica su carácter filosófico cristiano, sin que siga la observancia benedictina a diferencia de Montserrat. No es Ripoll tampoco, donde está la alcaldesa del partido ultranacionalista Aliança Catalana. Cuarto detalle es tolerante, y esto es una anécdota poco conocida, que tiene que ver con los monjes del monasterio, Franco y la masonería. La primera logia masónica se funda en Madrid en el siglo XVIII, en los años 20 posiblemente coincidiendo con el viaje de un masón de los de la primera hornada, el Duque de Wharton, a España. Desgraciadamente fallece en Catalunya y es enterrado dentro de la iglesia del Monasterio de Poblet. En una capilla, a la derecha. Durante uno de los viajes de Franco a Poblet, pidió expresamente que se destruyesen los restos del duque, cosa que desobedecieron los monjes. Pero no pudieron evitar tener que sacarlo, por lo que hoy reposan en el jardín del monasterio en una esquina.
Es una clara voluntad de ofrecer una imagen de Catalunya diferente a la que hemos tenido estos últimos años y también de crear una imagen de la Catalunya que se reintegra a la historia común, con el estado, en lugar de romper con él.
Así que la Generalitat de Catalunya está haciendo sus deberes, y ERC no está pidiendo nada nuevo a pesar del duro problema interno que tienen, ni el PSC pactando nada fuera de la historia común.
Estamos en el comienzo del curso escolar, es hora de que todos nos pongamos a hacer los nuestros en matemáticas y en historia con empatía.