El Ajuntament de Maó ha solicitado con urgencia autorización a la Delegación del Gobierno para instalar cámaras de videovigilancia en puntos específicos del municipio, con el objetivo de combatir los vertederos ilegales de residuos y objetos de grandes dimensiones que se han formado en algunas áreas.
Esta petición responde al aumento de prácticas incívicas en los últimos meses en lugares como Poima, lo que ha generado una imagen de suciedad y abandono en la ciudad. Con la instalación de las cámaras, se busca mejorar el control de estas zonas, además de facilitar la labor de la Policía Local para identificar a las personas que depositan ilegalmente los residuos.
El Consistorio también está trabajando en otras iniciativas para revertir estas conductas, como la creación de un canal para denuncias ciudadanas o una campaña informativa para recordar a la población la existencia de un servicio gratuito de recogida de objetos voluminosos.
En los últimos meses, la Policía Local de Maó ha intensificado la vigilancia en las áreas conflictivas, lo que ha resultado en 30 denuncias a lo largo del año, algunas de ellas gracias a la colaboración ciudadana mediante denuncias anónimas. La ordenanza de residuos prevé multas de hasta 3.000 euros por el abandono de objetos voluminosos en la vía pública.
El Ajuntament ofrece un servicio gratuito de recogida de residuos mediante cita previa. El alcalde de Maó, Héctor Pons, ha apelado al civismo y la responsabilidad de la ciudadanía para mantener la ciudad limpia, y ha calificado de “vergonzosa, indignante y triste” la imagen que dejan este tipo de prácticas. Pons ha recordado que la limpieza de estos puntos se financia con los impuestos de todos los ciudadanos.
