El aeropuerto de Vigo-Peinador esperaba estrenar ayer, 11 de junio, la primera torre de control digital de España, pero Aena suspendió la operación a última hora y dejó la sala remota cerrada, tal como ha adelantado Faro de Vigo.
La compañía explica que la entrada en servicio sigue supeditada a completar los últimos requisitos técnicos y a obtener la luz verde definitiva de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA); mientras tanto, el tráfico continúa guiándose desde la torre física y no se ha fijado una nueva fecha de activación, según confirma La Voz de Galicia.
El retraso llega tras semanas de advertencias de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que denuncia limitaciones en la detección de aeronaves ligeras y posibles restricciones operativas si el sistema remoto entra en funcionamiento. A esa presión técnica se suma la política: el BNG ha registrado en el Congreso una iniciativa para paralizar el proyecto y exigir garantías de seguridad y empleo.
La incertidumbre se extiende ahora a Menorca, siguiente aeródromo en la hoja de ruta de Aena. Durante la presentación de la torre viguesa, el pasado 13 de marzo, la empresa recordó que la instalación menorquina “permanece en fase de pruebas”, y el Gobierno central reiteró el 9 de junio que el proyecto sigue “en estudio” y no ha sido descartado.
Preguntados sobre el retraso en Vigo y si esta situación afecta al plan menorquín, desde Aena Baleares han subrayado a Menorcaaldia que ambos proyectos son “independientes” y que el de Menorca sigue “en fase de pruebas”.
No obstante, el tropiezo de Peinador aviva el debate sobre la conveniencia de exportar un modelo que todavía debe demostrar plena fiabilidad antes de desembarcar en Maó.
