El gobierno es como un barco navegando por aguas agitadas. Su capitán es intrépido y buen marino en cuanto a rumbos y singladuras, pero no es suficiente para que el buque llegue a buen puerto. Las averías durante la ruta son un peligro que se tapan porque los maquinistas, los fontaneros, y los marineros, hacen su trabajo, bien, pero también tienen su límite de reparación posible. Si el problema es demasiado grande, no hay solución que achique el agua, y el buque se va a pique, se hunde.
La semana pasada, escribí en mi artículo “Avería en la fontanería”:
“Lo que parece claro es que en el PSOE hierven demasiadas cosas, como para difuminar la influencia de una tendencia socialista, no identificada con la actual secretaría general ni con su política. Comprendo que es difícil, pero tanto juego malabar ha desdibujado los principios y la gente se resiente. Dice el Ministro de Transportes que Madina y otros no ganarían una asamblea en su pueblo. Gracias a Dios que no la ganarían, si lo que tenemos son Leire, Koldo, Ábalos, familia, Santos, amigos… mejor que la pierdan. Pero, atención, en Castilla la Mancha sí que las ganan y el PP está sin discurso serio y creíble, lo que hace pensar en que ese PSOE marca tendencia.
Quizá los duros castellanos y especialmente las duras castellanas sean el cambio de ciclo en el partido.
Dentro del PSOE, veremos cosas bellas, y el PSOE histórico volverá. No será rápido, pero el cambio de ciclo se acerca.
El actual secretario general ha sido un genio de la política, pero la pegunta que se quedará en la historia es ¿de qué política? Este es el tema ¿De qué política?.
La avería en la fontanería del PSOE es lo que faltaba a la situación política.”
La avería se ha hecho más grande esta semana. La fuerza del agua de la tubería y de la fecal de la alcantarilla, se ha llevado por delante al jefe de los fontaneros: Santos Cerdán. Secretario de Organización del PSOE, diputado en el Congreso, al principio de semana, y lo mismo al final pero con el prefijo “ex”.
Fontanero de los acuerdos con JuntsxCat, Puigdemont y la amnistía, jefe mayor de la fontanería del partido como secretario de organización. Navarro próximo a todo el mundo en el partido socialista de Navarra, incluyendo a la presidenta de Navarra, cruz de navajas y lágrimas de Chivite, o “Koldo”, del que fue mentor con Ábalos. No lo entendí nunca pero ahora ya comprendo porque “Koldo”, navarro, aparece con Ábalos, valenciano. Porque, presuntamente, se había producido un triángulo: “Santos-Koldo-Ábalos”,“Navarra-Navarra-Valencia”, con el resultado de configurar una máquina de recaudación de dinero, en la que uno era el chico de la cartera del ministro, otro ponía las adjudicaciones, otro administraba, y sin meternos en el tema de las mascarillas del Covid. Y atención que hay sombras de que por el camino algo se quedaba para financiar al PSOE. Parece razonable la medida de hacer una auditoria del partido y de reformar la ejecutiva federal. Obvio, puesto que un miembro ha dimitido, pero también viene bien hacer algunos cambios porque dentro del PSOE hay murmullos.
Para ser sincero, creo que a Pedro Sánchez esto le ha pillado al menos de sopetón. Pero lo que yo me digo es, si para mí, desde lejísimos, había elementos sospechosos que “cantaban”, y ya lo dije la semana pasada, cuando metí en la lista a Santos, no me puedo creer que después de lo de Ábalos y Koldo, y desde dentro del partido y como secretario general, no se escuchen los ruidos de las tripas ni de los intestinos. No se puede librar de esta aunque lo pille de refilón, pero no se puede librar por el partido.
El partido lleva una temporada que va de malo a muy malo. La cosa comenzó con la investigación a Doña Begoña, la esposa del Secretario General y Presidente del Gobierno. Un día le preguntaba a un amigo que a su vez en los tiempos de “maletilla” político del Secretario General, había sido amigo de Pedro y militante del partido, si lo consideraba corrupto, y su respuesta fue algo así como no, pero tiene un sentido muy personal de lo público. Entonces, para él no hay corrupción. Es su forma de entender el Estado, la Presidencia del Gobierno y los recursos que puede usar. En este esquema está, presuntamente, el funcionamiento de Doña Begoña.
Y lo que empezó siendo una comedia, nos ha dado escenas que pasaban la cuestión, como menos, al drama y apuntaba a la tragedia personal, y política. Para contrarrestar esto hubo la llamada de atención del parón de cinco días, y la aparición masiva, como consigna de los “bulos”, que empezó a utilizarse de manera masiva en todas las declaraciones de los ministros, etc. Luego siempre aparece un hermano que es como algo que molesta en el zapato, los mensajes del Fiscal General del Estado y la fontanería de Moncloa en la difusión, Ábalos, Leire y ahora Santos. En otros frentes, Lobato y la caza al bicho por la protocolización de los mensajes, por supuesto Paje y Lambán, y el valle de los caídos socialistas: Guerra, Felipe, Leguina, Redondo, Soraya, Pagaza, Rosa, Madina, Tomás, etc. Y los “socios” de gobierno: Yolanda aprovechando para pedir igualdad y, en definitiva, para ver por dónde entra al hueco y ser la primera Presidenta del Gobierno de España.
Santos ha sido una estocada en todo lo alto, que ha tumbado al PSOE, y que no se va a solucionar con un reajuste de la ejecutiva. Este reajuste hará más prietas las filas, y a lo mejor se aprovecha para quitar a algún desafecto.
No se van a convocar elecciones generales. No porque el gobierno tenga algo que poner en marcha, sino porque el Consejo de Ministros se amarrará a los sillones.
Lo que me parece es que Pedro Sánchez debería dimitir como Secretario General del PSOE. Ya van demasiadas cosas como para que no lo haga, y abrir con su marcha, la puerta del cambio en el partido. Un cambio sosegado, antes de que se produzca el hundimiento total.
La oposición que está haciendo el PP es absolutamente “cutre”, y antes pasó por lo mismo que ahora ataca al PSOE. Líbrenos Dios de un triunfo del PP. Hace unos días estaba en Madrid de viaje a Ávila, metro y tren, desde Monte Carmelo a Príncipe Pio, y comencé a ver a personas de edad avanzada con sombreros tipo Panamá, con cintas rojo amarillo y rojo, y con banderas de España enrolladas en los mástiles. No sabía que había una manifestación convocada por el PP, pero mi sensación fue la de que me estaban robando la bandera.
La utilización de la bandera de todos, por parte de Vox y del PP, es muy significativa del concepto cultural y social que tienen de país, y este concepto no es el que existe en la sociedad española. Quizás por eso no son capaces de gobernar. Lo que está cambiando no es que el PP esté haciendo las cosas bien, sino que el problema viene ya del propio PSOE. El PP, con su oposición, ayuda al PSOE a mantenerse.
Su secretario General ha estirado demasiado de la tripa y esta se ha roto con Cerdán. Antes de tener tiempo de acabar con las obras de reparación de las tuberías de las cloacas, ha hecho una explosión de porquería otra cloaca, y ya es tanto, por propios errores y por la política llevada, que el barco se hunde y no tiene salvación. Las reparaciones durarán años.
El PSOE debe comenzar su trabajo interno de renovación hacia un partido más centrado y más alejado de Sumar y de Podemos, porque el PP no tiene centro, por mucho que quiera buscarlo. Su liberalismo como modelo ideológico se acercará mas a Trump y a Vox, y a los empresarios, que a la base mayoritaria del pueblo español, y hoy el socialismo democrático tiene nuevos referentes ideológicos que superan el paso del marxismo duro a la social democracia. Habrá que profundizar en él y reformularlo.