En lo que respecta la venta de libros la satisfacción se veía en la cara de los dueños de las nueve librerías que tenían su estand allí. Había preponderancia de títulos pensados para los más pequeños que , acompañados de sus padres, no dudaban en curiosear las hojas a la búsqueda de algo que les llamara la atención. Pero el éxito también alcanzó a la literatura para gente de más edad. Algunos incluso habían agotado los ejemplares de títulos importantes como "Allò que va passar a Cardós" de Ramon Solsona que desapareció de algunas tiendas por el éxito de sus ventas. Otros títulos que destacaron fueron "L'amor del capità Gavina" de Pau Faber o "Quaranta menorquins als camps d'extermini" de Josep Portella.
Mientras, bajo los arcos del ayuntamiento, una exposición de bonsais ponía un punto diferente a esta concentración cultural.
