Un pregón que mezcló la nostalgia del pasado, el costumbrismo menorquín y buenas dosis de humor, perfectamente conducido por la actriz Laura Pons, dio el pistoletazo de salida a las fiestas de Gràcia de Maó de 2018. La propia pregonera señaló que “es un placer iniciar con vosotros las fiestas de este año” ante una Plaça Constitució que estaba llena de gente ávida de celebraciones. Pero el primer gran acto de Gràcia arrancó antes. A las 9 de la noche la Junta de Caixers acompañó al ‘fabioler’ Lito Vinent hasta el ayuntamiento para que, tras pedir permiso a la alcaldesa Conxa Juanola y en medio de un silencio respetuoso, interpretase el “primer toc de fabiol”. Justo después la bandera de las fiestas colgó del balcón del consistorio.
En ese momento la alcaldesa Juanola dio la bienvenida a todo el mundo y recordó que “las fiestas son momentos para abrazarnos y reír juntos, escuchar el sonido del fabiol y abrir las casas a los amigos”. También dedicó unos momentos a recordar los avances logrados en el último año con la recuperación de negocios y la rehabilitación de edificios emblemáticos como la sala Augusta, los Cuarteles de Santiago o el Verge del Toro. Llegó entonces el momento de introducir a la pregonera y Conxa Juanola lo hizo a través de los avances en materia de igualdad de género que aún se están trabajando. Definió a Laura Pons como ejemplo de una mujer del siglo XXI activa y trabajadora que sigue siendo “la vecina de la sonrisa abierta”. A las nueve y cuarto Pons cogió el micro para realizar el pregón…por segunda vez en su vida ya que, como ella recordó, ya tuvo el privilegio de dirigir unas palabras en representación de la compañía teatral La Clota el año que les designaron como pregoneros. Pons también recordó que fue una edición muy accidentada al fallar los micrófonos y las cámaras de televisión. Lo hizo con un humor que ya no abandonaría en todo su pregón. Laura Pons evocó de entrada sus inicios en el teatro, recién nacida en 1945 cuando interpretó el papel de Jesús en Els Pastorells y como lloró porque tenía hambre hasta que logró su objetivo. Según señaló en el pregón así se demostró que “quien no llora no mama”. La pregonera también recordó su paso por la radio en los años 80 y 90 y el posterior salto al Principal de Palma y ya su carrera moderna como actriz que le ha abierto también las puertas al cine y a la televisión. Hacia el final del pregón evocó más recuerdos de una infancia feliz en una Menorca ya casi olvidada con carreras de sacos enb las fiestas, excursiones que eran auténticas aventuras y una petición final. “Tenemos el deber de cuidar nuestra roqueta”. El popular “Es Mahón” un tema que, a su juicio, no es de las mejores canciones sobre la Isla puso el punto final al pregón.
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