Aprovechando su paso por la Escuela de Salud Pública y en una entrevista concedida a Radio Menorca, María José Ramos explicaba que se puede mejorar la salud de la población con ciertos cambios legislativos. Una prueba empírica está en la intención de gravar con un impuesto las bebidas azucaradas en algunas comunidades, como Cataluña. La incidencia negativa de un exceso de consumo de glúcidos entre la población joven provocó que la administración tomara medidas que han dado sus primeros resultados, bajando la cifra de consumo de este producto entre un 23 y un 25%.
De la misma manera, incentivar el consumo de productos saludables que conforman la dieta mediterránea es posible. Aunque el planteamiento es hacerlo en un principio en lugares concretos como comedores escolares o centros de salud y hospitales.
Los fundamentos de una dieta saludable tienen en cuenta productos frescos y de temporada y eluden por contra a productos manufacturados que precisan de gran cantidad de conservantes o aditivos para llegar hasta la mesa. Además, según Ramos, tiene otro efecto colateral que resultaría positivo, y es que promueve los productos locales, con lo que ayuda a la economía de las islas.