Las autoridades de Sri Lanka han levantado este lunes el toque de queda en el país, un día después de que 290 personas hayan perdido la vida y 500 hayan resultado heridas por una cadena de seis atentados con bomba, ocurridos en un lapso de media hora contra tres iglesias del país y tres hoteles de cinco estrellas en la capital, Colombo, y por otras dos explosiones subsiguientes en un barrio del este de la capital y en un zoológico al sur de esta misma ciudad.
La Policía de Sri Lanka ha detenido ya a 24 personas por su presunta relación con la ola de atentados.
Por el momento nadie ha reivindicado la responsabilidad del ataque. El presidente del país, Maithripala Sirisena, que estaba en el extranjero cuando ocurrieron los ataques, ha convocado una reunión del consejo de seguridad nacional para esta mañana.
El embajador español en Sri Lanka ha comunicado que “de momento, no hay españoles entre las víctimas de los atentados“.