Las tres estudiantes universitarias en prácticas ya han capturado 50 tortugas de Florida y 5 cangrejos azules en los torrentes de La Vall y Cala Tirant y también cartografían zonas verdes de núcleos urbanos para detectar plantas exóticas invasoras.

La Agencia Menorca Reserva de Biosfera, a través de la Estrategia de Conservación de la Biodiversidad de la Reserva, realiza cada año diversas actuaciones para paliar los efectos negativos de la presencia de especies invasoras en la isla, ya sea en el ámbito terrestre o marino. Enmarcado en este programa, este verano la agencia combina gestión y formación para abordar esta problemática. Gracias a los convenios de colaboración firmados con diferentes universidades, tres estudiantes en prácticas del ámbito de las ciencias naturales realizan a lo largo del verano diversas actuaciones para el control y extracción de flora y fauna invasora en la isla.

Por un lado, el equipo de estudiantes hace tareas de extracción de fauna invasora como la tortuga de Florida o el cangrejo azul en varios torrentes de la isla. Por otra, se está llevando a cabo un control y catalogación de especies de flora invasora presentes en núcleos urbanos de Menorca. El trabajo de las tres estudiantes aportará información al programa de conservación de la isla y al mismo tiempo les ayudará a ampliar su experiencia profesional en la gestión directa de espacios naturales.

Fauna invasora en Menorca

Los tramos finales de algunos torrentes de la isla, principalmente de La Vall y de Cala Tirant, están siendo objeto de control en busca de fauna invasora a lo largo de este verano. El trabajo de las tres biólogas consiste en la instalación de trampas, asas con cebo, para la captura y extracción de especies invasoras como la tortuga de Florida o el cangrejo azul. El número de tortugas de Florida capturadas hasta ahora es cerca de los 50 ejemplares, lo que indica que a finales de verano se puedan superar las cifras de las actuaciones llevadas a cabo en 2017 y 2018, que fueron alrededor de 70 capturas por año.

Además de tortugas, en las redes también se están encontrando ejemplares de cangrejo azul americano, una especie invasora no detectada en Menorca hasta hace pocos años y que también ha sido incluida en el programa de control. A pesar de las pocas capturas realizadas, de 5 ejemplares hasta el momento, el trabajo de las biólogas ha permitido descubrir la presencia de este crustáceo en el torrente de Cala Tirant, hasta ahora desconocida. Tras su captura, los ejemplares extraídos son llevados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Menorca, centro autorizado por el Govern Balear para acoger especies de fauna invasora.

Invasores de agua dulce

La tortuga de Florida (Trachemys scripta) es una especie de tortuga de agua dulce procedente del este de los Estados Unidos. Su uso como mascota ha provocado su distribución por las masas de agua dulce de todo el mundo. Esta tortuga, que es considerada una de las 20 especies invasoras más peligrosas en España, se registró por primera vez en Baleares en 1993. Desde entonces ha ido extendiéndose por todo el archipiélago. Tiene un impacto directo sobre la supervivencia de la tortuga de estanque, que está siendo desplazada por la tortuga de florida debido a la voracidad y mayor capacidad reproductora de esta última.

El cangrejo azul americano (Callinectes sapidus) es una especie de cangrejo también originario del este de los Estados Unidos. A pesar de ser un cangrejo marino, es capaz de vivir en aguas salobres de lagunas costeras. Los primeros datos sobre su presencia en el Mediterráneo datan de 1935, y se considera naturalizada en su costa oriental en 1955. A inicios de los años 2000 comienza a documentarse su presencia en las costas de la península, y un estudio del 2018 revela su avance hacia las Islas Baleares, con presencia ya tanto en torrentes de Mallorca como de Menorca (en s’Albufera des Grau y al torrente de Cala Galdana). El cangrejo azul tiene grandes dimensiones, altas capacidades natatorias y de reproducción, y es considerada una especie agresiva, por lo que está incluida entre las 100 especies más invasivas del Mediterráneo. A pesar de que sus efectos sobre la biodiversidad a las islas sigue siendo objeto de estudio, esta especie invasora ya es objeto de actuaciones de control poblacional.

Flora invasora en núcleos urbanos y urbanizaciones

Una de las novedades dentro del programa de control de flora invasora de Menorca es el hecho de haber considerado también las zonas urbanizadas de la isla. La detección de especies alóctonas de flora invasora en los jardines de municipios y urbanizaciones, introducidas como elementos decorativos o bien llegadas de forma natural, ha motivado que desde la Agencia Menorca Reserva de Biosfera se efectúe un primer diagnóstico sobre la alcance de su presencia en estas zonas.

Este diagnóstico, llevado a cabo por las estudiantes en prácticas en la Agencia, se está efectuando mediante el cartografiado de las zonas ajardinadas públicas de los núcleos urbanos de la isla.

Siguiendo los criterios del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, se identifica y localiza los especímenes de flora que cumplen con los criterios del catálogo. Tras el análisis, se elaborará un informe en el que constará información sobre las problemáticas que generan, así como la propuesta de alternativas a ellas. En este informe, también constarán aquellas especies invasoras que durante el mapeo hayan podido detectarse en jardines privados. El documento podrá servir a los ayuntamientos de la isla para conocer la situación y poder tomar medidas correctoras, como sustituir por otras las especies invasoras detectadas en sus áreas de gestión.

Entre las invasoras más presentes en las urbanizaciones analizadas, se encuentran especies como la moniatera borda (Ipomoea indica), un tipo de liana procedente de Hawai muy presente en fachadas; la cabellera de la reina (Disphyma crassifolium), extendida fundamentalmente a las rocas y acantilados adyacentes a zonas urbanas; la popularmente conocida como Hierba de la Pampa (Cortadeira selloana); el pitosporo japonés (Pittosporum tobira), que delimita muchos jardines privados en toda la isla, o el agave (Agave americana). Entre los datos positivos, se ha podido constatar menor presencia de la patata frita (Carpobrotus edulis), una planta exótica invasora muy resistente y extendida sobre la que ya se han realizado tareas de extracción.

Los problemas asociados a las especies invasoras son múltiples. No sólo constituyen una amenaza para las especies nativas de un territorio, sino que también pueden suponer un problema socioeconómico importante. Las especies invasoras pueden depredar otras especies, compiten por el espacio y recursos de aquellas que son autóctonas, pueden transmitir enfermedades o alterar relaciones ecológicas como la polinización y la dispersión de semillas. Pero además, pueden generar graves pérdidas en cosechas, generar plagas forestales o transformar paisajes hasta el punto de que lleguen a afectar al turismo del territorio en cuestión.