Calles vacías, tiendas con la persiana bajada, gente confinada en sus viviendas… No es el escenario ideal para la economía, pero el avance imparable del coronavirus ha obligado a los comerciantes de Menorca a cerrar y a los clientes a quedarse en casa. Las pérdidas serán incalculables y algunas empresas empiezan a notar el vértigo. Pero, ¿seguimos comprando los menorquines? ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué productos se consumen?
Más allá de los alimentos, o de ir al supermercado, lo cierto es que algunos comerciantes han buscado fórmulas alternativas. Las empresas con canales online y autorizadas a la venta están haciéndolo por internet, y otras han activado un plan B con productos que, en condiciones normales, no tienen tanta salida.
Es el caso de la maquinaria para hacer fitness en casa. “Hemos vendido en tres semanas lo que habitualmente vendemos en seis meses”, explica José María Pons, de Deportes Benito. “Principalmente estamos vendiendo cintas, elípticas y bicicletas. Teníamos material en stock y ahora hacemos una media de tres ventas diarias”, anota.
Este conocido establecimiento de Maó, por ejemplo, expone sus productos a través de su cuenta de Facebook. Mantiene activo el número de teléfono de la tienda para las reservas y también su email. Luego, un transportista lleva el material al cliente: “Nos está comprando gente incluso de Mallorca, porque allí está casi todo agotado”.
Y es que el confinamiento ha obligado a deportistas, y a gente con diversas patologías y que necesita mantenerse en forma, a practicar deporte desde su hogar. Una situación que ha acabado con muchas existencias: “Las cintas de correr y de caminar se están agotando en toda Europa”, asegura Pons.
Con todo, la realidad es que este tipo de ventas no cerrarán la hemorragia de tantos días de clausura: “Alivia un poco, pero no basta. Nosotros, por ejemplo, somos una tienda con mucho volumen y seis empleados. Afortunadamente, los locales son míos, pero en muchos otros casos la cosa no es así”, lamenta José María Pons.
Comerciantes y clientes esperan que el Covid-19 sea historia en unas semanas. Recuperar la normalidad, reactivar la economía y acabar con esta pesadilla es el objetivo. Pero mientras eso llega, Menorca también ofrece alternativas para seguir comprando en la Isla.
Es una irresposabilidad total comprar por internet. Es facilitar el contagio. Es poner en peligro la vida del vendedor y sobre todo del transportista. Entiendo que compre comida por internet la gente que no puede desplazarse, pero comprar caprichos como máquinas de gimnasia es de un egoísmo y una estupidez enormes.
De momento no compramos ataudes, por lo tanto no se está haciendo mal del todo, visto como está el mundo
El gran problema es que no se usa el sentido común.
Si se toman las precauciones adecuadas, no debe haber ningún problema.
Pero su que es cierto que el sentido común es el menos común de los sentidos.