Los comerciantes de “Sa Plaça-Mercat de Maó” quieren poner en marcha un plan de dinamización que redefina el papel del mercado en el centro de la ciudad y cree una oferta comercial y lúdica más adaptada a las necesidades de los consumidores actuales. Este documento se empezó a gestar hace un año, a raíz de un estudio que el Mercat del Claustre pidió a la consultoría ProQuaMe para analizar la evolución del consumo y del comercio de Maó desde el año 1995 – año en que la empresa formada por los placeres cogió la concesión de la gestión del espacio – hasta la actualidad.
El estudio, que se presentó en el Ateneu de Maó con la presencia de todos los partidos políticos, ya apuntaba a que los cambios en el paisaje comercial y en los hábitos de compra, la turistificación del centro, los nuevos perfiles de comprador y los nuevos canales de venta plantean un escenario crítico para el futuro del mercado y, en general, para el comercio del centro de Maó.
Fruto de este diagnóstico, y ante la falta de planes estratégicos generales de impulso comercial por parte de la administración local y insular, “Sa Plaça-Mercat de Maó” decidió apostar por ser una parte activa en la búsqueda de una solución, y tomar la iniciativa en la elaboración de una estrategia dirigida a crear un nuevo modelo de mercado de barrio que, sin perder la esencia, o incluso recuperándola, cubra las necesidades de su público tradicional, atraiga y fidelice nuevos clientes y que dé respuesta a la turistificación estacional.
El plan establece 4 líneas de trabajo prioritarias: crear una nueva imagen y concepto de mercado adaptado a la realidad actual, conseguir viabilidad económica atrayendo nuevos negocios y nuevos clientes, potenciar su función social y de servicio al barrio, y posicionarse como referente en la distribución de alimento fresco, de calidad y km0 y fomentar el comercio de proximidad y la economía circular.
Como dice Gemma Olives, presidenta del Mercat del Claustre “Sa Plaça, por su larga tradición, su carácter cercano y su popularidad, es un buen escenario para llevar a cabo iniciativas que puedan tener una rápida visibilidad y que tengan un efecto expansivo hacia el tejido comercial que rodea el mercado. Nuestro plan es ambicioso y nos ha obligado a hacer autocrítica, ya que hemos visto que no nos hemos sabido adaptarnos a los nuevos tiempos. Ahora buscamos recuperar el papel que el mercado ha tenido tradicionalmente dentro del pueblo, pero también debemos reconocer que lo hacemos en un momento económicamente complicado, tanto para la población como para el mercado en sí. Si no conseguimos cambiar el paradigma actual, el mercado deberá cerrar, y creemos que Maó no puede dejar que se pierda un mercado centenario que da trabajo a más de 100 familias.”
Desde el mercado se pide apoyo institucional. Según Gemma Olives “es clave que mercado y administración abramos un espacio de colaboración para poner en marcha iniciativas encaminadas la modernización, dinamización y reactivación económica de este espacio emblemático, ya sea a través de subvenciones, ayudas o inversiones a las que nosotros no podemos llegar, y con acciones para concienciar a los consumidores de los beneficios de comprar aquí y de aquí. A nivel del centro de Maó creemos que es necesario que las políticas del consistorio a medio-largo plazo se dirijan a crear un modelo comercial de ciudad que recupere la esencia de pueblo, que dé fuerza a la economía circular y defienda el pequeño comercio y el producto local. “
Una de las primeras acciones previstas en el plan de dinamización es la presentación de una nueva imagen corporativa de Sa Plaça que ayude a poner en valor sus servicios, sus productos y
reivindicar el papel de la gente que trabaja allí bajo el eslogan “Som Aquí “. Paralelamente también se está trabajando con una campaña para promocionar las paradas actualmente vacías entre personas que busquen opciones de autoempleo.