Sin ánimo de hacer quinielas sobre si el inicio de curso será presencial o no, recogemos algunas reflexiones que vertió el profesor jubilado Joan Francesc López Casasnovas en un programa de Radio Menorca el pasado viernes.
López Casanovas comentaba que un curso presencial, como de momento está estipulado, es la mejor forma de volver a los cauces de la normalidad y de unos buenos resultados en la labor educativa. Pero también quiso tener un recuerdo para todos los docentes que se exponen a posibles contagios, de los que poco se habla. Los colegios deben tener capacidad para desarrollar su propio plan para el curso aunque, antes las posibles contingencias que surgieran como un contagio, la necesidad de bajar ratios, no hay recursos para aplicar las medidas.
La histórica falta de inversiones en educación sale a flote con circunstancias como la actual. Por eso se precisa un pacto social en el que participen todas las administraciones, sindicatos, docentes, familias y estratos sociales vinculados. Hay que plantearse situaciones como las de familias que deben compartir un solo dispositivo electrónico, tanto padres que teletrabajan como niños confinados que deben seguir el ritmo del curso y a veces sin que éste equipo sea el adecuado para trabajar o con deficientes conexiones a la red.
Respecto a los alumnos, cabe trabajar la empatía y aprender a administrar las frustaciones al nivel de cada tramo de edad. El profesor ha de convertirse en un mentor, decía López, que garantice una adecuada tutoría para el alumno. Los escolares han de tener una amplia comprensión de que hay que adaptarse a la situación, diferenciando bien el uso que se da a los equipos (cuándo es ocio y cuándo es estudio). Los padres han de estar pendientes del buen uso de los ordenadores en este sentido y mantener un contacto permanente con los profesores que se intensifica cuando el curso adopta esos planes B en caso de más casos de contagios.
… lo que está claro es que deberíamos aprovechar la pandemia y sacar la “asignatura” de adoctrinamiento fantasioso-católico del temario de lago tan serio como la educación… seguro que nuestros alumnos ni lo notarían, del poco peso real que tiene en la formación integral de la persona… que quien quiera esa clase de catequesis, que lleve a sus niños al salón del reino de la parroquia, o que se atrevan a perder tiempo en casa para inculcarla a sus propios hijos, seguro que ni lo intentan… aunque reconozco que buena culpa de que aún arrastremos esta rémora del tardofranquismo nacionalcatólico es del gobierno, que se dice de izquierdas, pero el concordato con la dictadura islámica vaticana ni lo tocan…