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La oportunidad de desarrollar la economía azul en Menorca

El mar abre un abanico de posibilidades para un futuro más cercano de lo que podría parecer

Pez mariposa
Pez mariposa
Hay todo un mundo de posibilidades para la economía azul, respetando el medio

Menorca es una isla y, como tal, tiene acceso directo al mar. Su economía se basa en un porcentaje destacado en la explotación de su costa (turismo de sol y playa). Pero adentrarse en el mar es una oportunidad para encontrarse con oportunidades. Se trata de cómo se lleva a cabo.

El factor sostenibilidad es una oportunidad y no un inconveniente para que se aprovechen las oportunidades que da el mar. Ampliar la Reserva de la Biosfera por el mar, el aumento de zonas protegidas para preservar su biodiversidad, es una garantía de futuro, de la misma manera que décadas atrás se decidió renegar del beneficio rápido en pro de mantener la gallina de los huevos de oro intacta (por decirlo de alguna manera).

Un informe de la Fundación Marilles planteaba que la economía azul, la que se refiere al mar, no solo se entiende como la suma de empresas vinculadas a este medio, sino de empresas que son sostenibles respecto al mar. Y como tales, pueden jugar un papel clave en su conservación: La afirmación resultante de esta reflexión es clara y tajante: su futuro depende de él.

Según es estudio de la Fundación Impulsa de octubre de 2019 el sector productivo ligado al mar —como el turismo, la náutica o el ocio— genera en las Baleares un valor añadido de 5.124 millones de euros anuales, a través de un tejido de 6.511 empresas que dan trabajo a 88.441 trabajadores.

La expresión insular de la economía azul pone de manifiesto un diferencial de especialización a favor de Menorca en el ámbito de las labores portuarias (0,7%) respecto al del conjunto del archipiélago (0,6%).
Los estudios apunta a que el retorno de la inversión en la denominada economía azul es de media de un 18,4%, superior a la media del tejido no agrario regional (15,2%).

Las artes de pesca tradicionales, hacerse intérprete del patrimonio natural o pesquero de la isla, el ecoturismo subacuático, los productos relacionados con la pesca artesanal, la gastronomía del mar, drones de vigilancia de la costa, hacer una reutilización de residuos que han acabado en el mar, el aprovechamiento de las corrientes para extraer energía,… Hay muchas formas de aprovechar el mar como un negocio sin esquilmar sus recursos.


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