Siguiendo con la dinámica de la resta de poblaciones, tampoco en Es Castell habrá fiestas patronales este verano. Sant Jaume se queda en una serie de actividades culturales que tienen el denominador común de ser de aforo limitado, que siguen todas las normas de seguridad sanitaria y que se diluyen en el calendario huyendo de los días centrales de lo que, cualquier otro año, serían de fiesta grande.
Precisamente eso es lo que desde el consistorio quieren evitar; aglomeraciones. No se permitirá música o barras de bebida en la calle. Se multiplican por tres los efectivos en estos días para garantizar el buen cumplimiento de las restricciones impuestas por el aumento de casos de contagio de esta quinta ola, muy vinculada a la nueva cepa Delta que -sin ser más perniciosa- se transmite mucho más rápido.
Aunque la vacunación es un muro de contención de la enfermedad, el número de vacunados a día de hoy (más del 50%) aún no es suficiente para garantizar la vuelta a la normalidad. Son los jóvenes que gustan de participar de fiestas multitudinarias los que empiezan a vacunarse solo ahora, desde la edad de 12 años. Mientras que ellos no tengan la posibilidad de tener el remedio inoculado, la transmisión parece que puede seguir creciendo.
La exposición “Sant Jaume segueix present”, organizada con la participación de fotografías y objetos de la fiesta y con la colaboración de los caixers de la población ha sido hasta este fin de semana lo más cercano a un sentimiento de fiesta que se haya podido ver. Todo lo demás es una programación de actos musicales como el de “Moments a cor” en la plaza Explanada o la noche de playback de “Show Mô”. Otras actividades han postpuesto su fecha de realización, como la milla urbana que pasa al 15 de agosto, pendientes de ver cómo está la situación en aquel momento.
… lo que espero hayan baneado sean esas cosas raras que llaman misas, que ni son CULTURA ni son en absoluto el centro de nuestras fiestas… además de un posible foco de contagios, metiendo a personas encerradas en un espacio cerrado y mal ventilado, muchas de ellas mayores, que son un sector en riesgo, porque la gente joven es inteligente y ya van dejando de acudir a esos sinsentidos… espero que la policiía local acuda a esos templos como si de botellones se tratase, para vigilar que no se hagan… y si alguien se ha visto en la obligación de permitir que se hagan, que se vigilen bien de cerca, acabáramos… un policía en cada puerta y bien marcados de cerca…