Sin ir más lejos, recientemente la empresa Dream-Travel ha copado titulares, ya que ha dejado sin alojamiento a miles de usuarios, que atraídos por las casas apetecibles a precios irresistibles, han picado el anzuelo, haciendo una reserva por transferencia bancaria a cambio de un inmueble inexistente. Aunque el mayor riesgo está asociado con alojamientos que en realidad no existen, hay un alto porcentaje que, aun correspondiendo a una casa real, no son veraces sobre las condiciones que ofrecen en sus anuncios.
Si la falsedad es de tal envergadura que el consumidor no sólo no pudo disfrutar de la estancia sino que ni si quiera pudo reclamar al anunciante, el consejo de OCU es denunciarlo ante la policía o al grupo de delitos informáticos de la Guardia Civil y que así se pongan los medios para que estas situaciones no se repitan.
Otra circunstancia relativamente habitual es que el estado de la vivienda no se corresponda con el acordado, en cuyo caso el arrendatario debería reclamar, adjuntando las fotografías y las condiciones reflejadas en el anuncio: bien al propietario, si no hubo intermediarios, bien a la plataforma o a la agencia, si se contrató a través de alguna de ellas. Las comunidades cuidan bastante sus competencias en lo que respecta a los alojamientos vacacionales y están dispuestas a imponer sanciones a quienes incumplan la regulación o perjudiquen la imagen del turismo en su comunidad, por lo que OCU aconseja presentar una denuncia ante la Dirección General de Turismo de la correspondiente comunidad autónoma.
Cuando las fotos difieren sustancialmente de la realidad, tanto que la elección del consumidor habría sido distinta, OCU aconseja que se denuncie la falsedad ante la web de anuncios. Estas plataformas suelen tener un canal de atención habilitado para las denuncias o quejas de los usuarios, ya sea vía correo electrónico o por teléfono. Asimismo, los usuarios deberían dejar sus comentarios en el anuncio para ayudar a otros buscadores de vivienda que no caigan en la misma trampa.