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Reinventando la gastronomía menorquina

El aceite de acebuche y olivó es propio de la isla y tiene interesantes características gastronómicas, aunque su producción es muy pequeña

Pequeñas, oscuras y con muchas buenas propiedades
Pequeñas, oscuras y con muchas buenas propiedades
Foto: Pixabay

En la gastronomía insular encontraremos muchos platos en los que el aceite de oliva está presente. Sin embargo, la producción propia de este ingrediente es relativamente moderna. La influencia de las costumbres gastronómicas inglesa, francesa y de otras procedencias ha cambiado las recetas a lo largo de la historia utilizando mantecas, mantequillas o aceites vegetales importados de otros lugares.

Menorca tiene su propia fuente de grasa vegetal en los pequeños frutos de acebuches o de olivó. Este tipo de fruto, también denominado acebuchina, tiene el inconveniente de que ofrece poco rendimiento. Se necesita una gran cantidad para obtener un poco de aceite de oliva virgen extra (AOVE). Por ese motivo encarece el producto en el mercado. Sin embargo, tiene características químicas y de sabor que son muy valoradas por los expertos.

Los tocoferoles aporta vitamina E, hasta tres veces más que un buen aceite AOVE convencional. Los esteroles aportan un refuerzo a la salud cardiovascular. En cuanto a sabor es más fuerte, más amargo y picante.
Con todo esto, teniendo en cuenta que durante mucho tiempo este sería el único aceite disponible en la isla para la elaboración de sus platos, ha surgido la curiosidad de investigadores como Pep Pelfort (Centre d’estudis gastronómics) que preparó un allioli bó (la salsa hecha con huevo que la historia acabaría denominando mahonesa) y obteniendo resultados muy interesantes.

Así se abre la posibilidad a probar la re elaboración de muchos platos tradicionales que incorporaran aceite para cambiar el de oliva por este otro de acebuchina. El mayor aporte de sabor, siempre en manos hábiles de un buen cocinero, pueden abrir una nueva carta de sabores con los mismos oliaigu amb figues, los sofritos que se elaboran para las calderetas de langosta, raya al horno, la infinidad de propuestas de repostería y algunos platos más.

El marco de empuje promocional que otorga ser Región Europea de la Gastronomía en 2022 permite poner en la carta de sugerencias elementos únicos, diferenciadores y que permitan meter a la gastronomía menorquina en una mejor posición en el mundo de los gourmets, más ahora que este camino va mejorando poco a poco gracias al trabajo de todo el sector.


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