Vino hace diez años de vacaciones, junto a su pareja. Y jamás imaginó que acabaría montando un restaurante, estableciendo su vida en la Isla y convirtiéndose en uno de los rostros más conocidos de la gastronomía de Menorca. Porque la sommelier Sara Sanchís (Barcelona, 1984) es ahora mismo un icono en el mundo de los caldos: “Todos los momentos tienen su vino”, explica.
Después de un buen puñado de años trabajando entre salas de diversos restaurantes, decidió abrir el proyecto del Bar A Vins, pero la pandemia que azotó a Menorca y al mundo de la restauración le obligó a cambiar el paso. Ahora, como freelance, asesora, estudia, programa eventos o prepara cartas: “Busco vinos que representen bien el lugar para el que trabajo”.
Dice Sanchís que Menorca es un lugar idílico para este mundo. “Desde que llegué me parecieron fascinantes los paisajes para el vino que tiene la Isla. El mimo con el que se cuida, las diferencias entre las bodegas, los diferentes matices que tiene el vino. Tenemos que darle valor a lo que se hace aquí, cuidarlo y respetarlo. Son vinos con mucha personalidad y muy gastronómicos”.
Habla desde la humildad, la que se perdió, asegura, en un momento en el que el cliente veía al sommelier como una figura lejana: “Perdimos el contacto con ellos al hablar con tanto tecnicismo. Hay dos tipos de clientes: el que no entiende y no tiene ni idea; a ese debes darle seguridad y aconsejarle. Y otros con mucha preparación, con las ideas muy claras y un gran conocimiento. El sommelier tiene que ofrecer su experiencia desde la humildad. El vino no tiene porqué gustarte a ti. Hay que interpretar la situación que tiene cada cliente”.
Yo creo que hay vinos buenos para todos los momentos. No es lo mismo tomarte un vino cenando, que a las 7 de la tarde después de haber comido a las 2; debes conocer tu paladar
Pero, ¿hay vinos buenos y malos? ¿O depende de cada paladar? “Yo creo que hay vinos buenos para todos los momentos. No es lo mismo tomarte un vino cenando, que a las 7 de la tarde después de haber comido a las 2. Debes conocer tu paladar, porque el mundo del vino es infinito”.
Sara Sanchís participó en Madrid Fusión junto a la Fundación Foment del Turisme de Menorca en un maridaje para una comida con periodistas. Guarda un buen recuerdo de una cita en la que “me arriesgué con cosas diferentes. Quise enseñar de lo que somos capaces de llegar en Menorca. También fue un placer ver preparar platos tan espectaculares en una cocina que no es la tuya”.
La sommelier de Barcelona residente en la Isla cierra los ojos y se ve “tomando una copa de vino en un atardecer en Cavalleria. Sintiendo la brisa y con el contacto del sol en la piel. Es lo que hago con mi pareja siempre que puedo”. Ese es su plan perfecto mientras reivindica el vino de Menorca: “Está a la altura de los grandes vinos. Tenemos que creernos lo que hacemos y darle mucho valor”. Palabra de Sara Sanchís.