Sin tregua, sin desánimo ni tristeza. Se deshace la ‘qualcada’ y en Sant Lluís, como en Alaior, toma el relevo el desfile de carrozas y comparsas, ese alarde de música y creatividad, de color y alegría que pone los puntos suspensivos a las fiestas patronales cada año, en espera de la verbena y los actos de ‘santlluiset’.
Las nubes en el cielo y la humedad en el ambiente no han impedido que, al atardecer, gigantes de Menorca y de Reus, que están de visita, acompañados por la Xaranga de Maó, Batucada s’Esclat, el grupo de Majorettes de Alaior y ‘Els Xeremiers ‘de Pollença, se hayan lanzado a recorrer las calles del municipio en compañía de niños y mayores con ganas de fiesta.