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Sacrifican un ‘sibil•lí’ protegido tras ser herido con escopeta de perdigones

Al ser el segundo caso en pocos meses de disparos a animales protegidos, el GOB-Menorca alerta de que puede tratarse de una práctica más habitual de lo que parece en la isla

Ejemplar de 'sibil·lí'. Foto: GOB-Menorca.
Ejemplar de 'sibil·lí'. Foto: GOB-Menorca.

Recogido hace unos días en la proximidades de Maó, con heridas a causa de perdigones disparados por una escopeta, y ante la gravedad de esas heridas, la imposibilidad de recuperación del animal y para ahorrarle más sufrimiento, el GOB-Menorca ha tenido que sacrificar un ejemplar de ‘sibil·lí’, que se encuentra en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial.

Al ser este el segundo animal protegido herido por escopeta en pocos meses (en noviembre se registró el caso de un halcón), y considerando que la mayor parte de animales que reciben tiros quedan en el campo o son depredados por otras especies, desde el GOB-Menorca se ha alertado de que la práctica de disparar a animales protegidos puede ser más habitual de lo que parece en Menorca.

Radiografía donde pueden observarse los perdigones. Foto: GOB-Menorca.
Radiografía donde pueden observarse los perdigones. Foto: GOB-Menorca.

 

Según la entidad ecologista, el aspecto y la manera de volar de un ‘sibil·lí’ o de un halcón no son fáciles de confundir con ninguna de las especies que se pueden cazar, temiéndose que los que hubieran disparado contra estos animales lo hubieran hecho con toda su mala intención.

En este sentido, una de las cuestiones que se plantean en paralelo, y que en otras ocasiones ya se han reivindicado, es que la actual Ordre de Vedes permite la caza desde media hora antes de la salida del sol hasta media hora después de su puesta, algo que (permitiendo el uso de armas de fuego en estas condiciones de poca visibilidad) puede ser peligroso para las especies no cinegéticas, pero también para los humanos.

Disparar a un ‘sibil·lí’, siguen explicando desde el GOB-Menorca, es una infracción tipificada como grave, que puede ser objeto de sanción de entre 3.000 y 200.000 €. Los ecologistas han informado del caso a la Guardia Civil y a los cuerpos de Agentes de Medi Ambient para que se investigue quién está autorizado a cazar en el lugar de recogida del ‘sibil·lí’ herido.


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