Había tenido su jornada de puertas abiertas y su escenario ya ha acogido algunas actuaciones públicas, la primera aún sin butacas con el concierto de Shanti Gordi y la Joan Mesquida Big Band y la primera ya con butacas con los humoristas Faemino y Cansado, pero el teatro de Calós de Ciutadella aún no había podido ser inaugurado de forma oficial. Hasta la noche de este sábado 30 de enero, en un emotivo acto que la comunidad salesiana ha hecho coincidir con la celebración de la festividad de su fundador y patrón del espectáculo San Joan Bosco (31 de enero). Con la presencia de la presidenta del Consell de Menorca Maite Salord y de la alcaldesa de Ciutadella Joana Gomila entre otras autoridades, y también con numerosos cargos de entidades y asociaciones ciudadanas y culturales entre el público, han sido las canciones y bailes de Gent Jove, la escenificación de un divertido fragmento teatral y un audiovisual con fotografías comentadas sobre la historia del teatro (con una significativa frase final: “la historia continúa”), a cargo de la compañía D9 Don Bosco Teatre, los que han protagonizado la primera parte del acto de reinauguración. Ha sido antes de la segunda parte, con temas cantados por los alumnos de los grupos de góspel de Sa Fàbrica de Músics (y con un final ocupado por un potente ‘Halleluyah’ de Cohen), cuando ha llegado quizás la parte más emotiva del acto, con la intervención del director de la comunidad salesiana de Ciutadella Narcís Frigola, uno de los máximos impulsores de las obras de reforma que se inauguraban oficialmente. Además de agradecer a todos los que han hecho posible la reapertura, Frigola calificó de “gran noticia” este acto de reinauguración del teatro de Calós, por el “valor tan probado que tiene para Ciutadella”. Consciente de que “todos hemos de poner nuestro grano de arena” para asumir el coste de las obras, que ha sido adelantado pero que debe revertir a través de la gestión del teatro, una de las preguntas que lanzó, dirigida especialmente a Consell y Ajuntament como instituciones públicas, fue la de “¿cómo lo podemos hacer para que este espacio pueda ser utilizado por todos y que sea sostenible?”, que es, ahora mismo, una de las incógnitas, y a su vez uno de los retos, del renovado recinto. Narcís Frigola acabó su intervención con el deseo de que el teatro de Calós “pueda disfrutarse durante muchos años más”. Y es que, ciertamente, la historia continúa. |
… mucho me temo que el director de la obra salesiana quiere nadar y guardar la ropa. Por un lado desea ayuda de instituciones seculares, pero dudo mucho que permita al Ayuntamiento o al Consell insular participar en la gestión del teatro de Calós, siquiera sugerir parcialmente su programación escénica. Es lo de siempre, queremos que nos des tu dinero, pero lo utilizaremos a nuestra manera según el ideario de la congregación… El día que vea una obra teatral de Leo Bassi en Calós, cambiaré de opinión.