El salón de plenos de Maó se llenó este viernes por la tarde para despedir a Matias Rotters tras una labor de de 34 años al frente del consulado alemán en Menorca. Una tarea a la que hay que sumar 8 años más como hombre de confianza del consulado de Barcelona en la Isla. A Rotters le acompañaron en su adiós buena parte de las autoridades de la isla, el resto de cónsules honorarios alemanes en España, diplomáticos de la República Federal Alemana y buena parte de la colonia germana en la Isla. En los parlamentos todo el mundo destacó el trabajo “impecable” de Rotters al frente de la legación alemana en Menorca. Ello motivo que el homenajeado afirmará estar “sonrojado”. Matias Rotters aprovechó su discurso de adiós para agradecer estos elogios y comentar alguna anécdota vivida durante su trabajo como cónsul. Destacó la de un menorquín que compró dos caballos de carreras en Alemania y los llevó a la Isla. Tras unas semanas en los que los equinos no acababan de adaptarse a su nuevo entorno, el propietario le pidió a Rotters que acudiera y que les hablara en alemán a los dos ejemplares para ver si reaccionaban. A Matias Rotters le sustituirá en el cargo Klaus Alexander Grebel a quien le deseó lo mejor y a quien ofreció sus servicios y experiencia para lo que fuera necesario.
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