Aunque se consideran hermanas, las reservas de la biosfera de Lanzarote y Menorca han tenido caminos dispares a lo largo de estos últimos años. Ambas recibieron la concesión por parte de la UNESCO el mismo día de 1993 pero sus características medioambientales y culturales son distintas.
El cabildo de Lanzarote ha enviado estos últimos días a una comitiva para tomar contacto con el Institut Menorquí de Estudis con el fin de crear una figura parecida en la isla canaria. El IME es una entidad que promueve bajo su seno iniciativas que permiten tener información del desarrollo de Menorca en diferentes ámbitos (a través del Observatori socio-ambiental de Menorca OBSAM) y nuevas propuestas que ahora se han convertido en la gran apuesta del momento como las Directrius Estratègiques de Menorca.
Lanzarote cuenta con más de 2.500 especies y subespecies terrestres (la mayoría artrópodos). Un total de 468 especies y 94 subespecies son exclusivas de Canarias, pero en el caso de los endemismos únicos de Lanzarote se cuentan 97 especies y 19 subespecies.
Este hecho, unido a la singularidad de sus ecosistemas y a la belleza de sus paisajes, ha sido el motivo por el que el 41,6 % de la superficie insular esté protegido por alguna de las categorías de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos y llega al 65% el suelo protegido no agrícola por el Plan Insular de Ordenación.
Así, en su territorio se aglutinan un parque nacional, una reserva natural integral, dos parques naturales, cinco monumentos naturales, dos paisajes protegidos, dos sitios de interés científico (SIC), once zonas especiales de protección (ZEP), siete zonas de especial protección de aves (ZEPA) y una de las reservas marinas mas extensas de Europa, que protege las aguas interiores del llamado archipiélago Chinijo, conjunto de islotes situado al norte de la isla. Al igual de Menorca, fue uno de los espacios donde se priorizó una política territorial proteccionista.