Helena Recasens nació en Maó y estudió en el IES Cap de Llevant, pero las circunstancias de la vida la llevaron a Costa Rica, donde se casó y donde reside en la actualidad. Aunque en España el tiempo se ha complicado en las últimas semanas, no se han alcanzado las cotas metereológicas extremas que se vivieron en el país centroamericano. El huracán Otto ha dejado 10 muertos y millones en pérdidas económicas en las últimas semanas. Quizás, pocos lectores de Menorcaaldia conozcan lo que ha pasado. Sin embargo, esta es la visión de lo ocurrido a través de los ojos de una menorquina.

¿Qué es lo que ocurrió?

Sufrimos la llegada de un huracán -al que bautizaron como Otto – y nos dió de lleno en Upala. No sé si pasaron muchos noticieros en España, pero además del huracán luego tuvimos dos cabezas de agua que fue lo que inundó el pueblo de lleno. Hice un montón de fotos -pueblan la galería que precede estas líneas- y son impresionantes.

¿Sufriste daños en primera persona?
Yo puedo dar gracias a Dios porque en mi casa solo entró como dos dedos de agua, y no se me dañó nada. En mi negocio, una lavanderia, sí se me dañaron las máquinas con la inundacion, pero en mi casa se salvó todo.  No puedo decir lo mismo de la mayoría de la gente de por aquí. Un 90% se puede decir que lo perdieron todo de todo. Casas, muebles, ropa….. y todavia la mayoria siguen en albergues…

¿Habéis recibido ayuda de fuera?
Hemos recibido ayudas de todo el pais de Costa Rica, sobre todo voluntarios de todas partes que vienen a ayudar en las limpiezas, maquinarias para limpiar calles, comida etc. Por ejemplo, tengo una cuñada que trabaja en San José. En su empresa hicieron una recolecta y nos la mandaron para ayudar a alguna familia que lo hubierá todo. Y así lo hicimos. Le entregamos la “plata” (como dicen aqui) para ayudarl y con eso se compraron unos unos colchones para al menos poder dormir. Es muy fuerte….

Cada vez que repartimos una bolsa de comida a un damnificado se me caen las lágrimas…

Serían momentos muy duros…

La verdad es que no se puede explicar todo. Hay que vivirlo para creerlo… En el momento de las inundaciones, toda mi familia acabamos subidos en el techo de una casa. Fue desesperante…. pero al menos lo podemos contar. Ahora hay gente con un corazon muy grande que estan interesados en mandarme ayudas económicas para seguir ayudando a la gente que en verdad lo perdió todo y te puedo decir que eso no tiene precio. Cada vez que repartimos una bolsa de comida a algun damnificado se me caen las lagrimas de ver que en algo puedo ayudar y de la forma en que te lo agradecen….para mí es muy muy muy gratificante aportar mi granito de arena