Más concretamente, la Dirección General de Consumo ha efectuado alertas sobre los siguientes productos:
33 juguetes. Todos presentaban un riesgo por ser juguetes con ventosas que se desprenden fácilmente; juguetes de arrastre cuyas piezas se rompen; juguetes magnéticos que pierden el imán; juguetes con acceso inadecuado a las baterías que llevan, y disfraces con cordones demasiado largos que suponen riesgo para los niños.
6 artículos de broma. Pelucas fácilmente inflamables y artículos luminosos que pueden producir alergia.
4 líquidos para cigarrillos electrónicos que contenían más nicotina de la declarada.
3 artículos de decoración, en concreto imanes para nevera con formas de alimentos cuyo imán se desprende y resulta peligroso para los niños.
2 tipos de calzado de adulto que contienen una sustancia que puede resultar cancerígena.
2 pequeños electrodomésticos que incumplían normas de seguridad.
1 pieza infantil destinada a menores de 36 meses en la que se desprenden fácilmente los botones, suponiendo riesgo para el bebé.
1 cola para reparar ruedas de bicicleta que contiene sustancias químicas en concentraciones superiores a las permitidas.
1 cuerda de equipaje que no presenta la adecuada resistencia y resulta peligrosa.
