En abril de 2015, a iniciativa del departamento de Cultura del CIM, el arquitecto Joan J. Gomila Portella elaboró y visó un proyecto de rehabilitación de este tramo de muralla, que no se ejecutó en ese momento por falta de presupuesto. Con ocasión de la primera convocatoria del fondo del impuesto de turismo sostenible del 2016 se pudo presentar este proyecto, que fue aprobado con una dotación de 118.089,59 €.
La intervención ha tenido unas dificultades añadidas como son la pluviosidad del año 2018, que retrasaba las obras durante muchos días, la complicación del acceso con maquinaria y materiales hasta la cima de la montaña y la condición de yacimiento arqueológico, que obligaba a excavar previamente las zonas donde se tenían que poner al descubierto los cimientos de la muralla.
Gracias a esta intervención se han localizado los cimientos de dos torres circulares que deberán ser consolidadas y restauradas en otra etapa.
