Perros, gatos, periquitos, caballos, gallos...todo tipo de animales recibieron con motivo de Sant Antoni su bendición, un aspecto de la fiesta que hacía dos años que no se podía celebrar por la Covid. Esta interrupción en la tradición motivo que las de este año fueran de las más multitudinarias que se recuerdan.
El acto en Maó estuvo complementado con cabezudos y otros elementos festivos que acompañaron la llegada de la imagen del santo así como a los animales que recibieron la ayuda divina.
(Fotos) Unas 'beneïdes' multitudinarias
