En Maó promueven un concurso de bujots y decorar la fiesta con "Canyes verdes" y todas las corporaciones municipales están pidiendo a los caixers que se abstengan de salir con sus caballos a la calle.
En los comunicados que se difunden estos días se reitera que la decisión se toma desde la responsabilidad, el sentido común y la estima hacia la fiesta, anteponiendo la seguridad y la salud de las personas a cualquier otra consideración.
El pasado mes de mayo, los ayuntamientos de Menorca acordaron que este año las fiestas patronales deberán prescindir de todos aquellos actos que impliquen grandes concentraciones de personas, a fin de poder garantizar las medidas de prevención de la Covid-19. En este sentido, se considera que la presencia de caballos y caixers en las calles sería incompatible con estos objetivos.
Si nos centramos en Ciutadella y eliminamos de la ecuación a caballos y jinetes, ciertamente deberíamos preguntarnos qué queda. Si nos acogemos estrictamente a las normas impuestas con la nueva normalidad, no parece que se pudiera impedir una misa de caixers, manteniendo las distancias, o que se vaya a la Ermita de Sant Joan de Missa. Tirar avellanas no incumple las normas en sí mismo. Como siempre se trata de no aglomerarse. Si se puede estar en familia o en grupos reducidos, sin duda que esto se producirá. Sonarán la música y los fabiols, se compartirá la mesa con gastronomía popular y se beberán gins con limonada.
Si nos fijamos en que el pasado final de marzo se prohibió la tradicional celebración de colgar bujots y que, pese a todo, sin romper el confinamiento ni las normas muchos se las ingeniaron para que hubiera bujots colgados, podemos pensar en que con Sant Joan en Ciutadella pasará algo similar.
En Maó hay un concurso de bujots para que sean quemados en 2021 y con 500 euros en premios para los participantes. Hasta el 19 de junio se pueden presentar los trabajos. Además, desde la propia Concejalía de fiestas animan a los vecinos de la población a decorar ventanas y balcones con cañas verdes.
Sant Joan 2020: una fiesta inédita y sin aglomeraciones
