La evidente suciedad del agua, que presentaba un color amarillento y verdoso, ha obligado a cerrarla por segunda vez en dos semanas.
La administración se ha visto obligada a impedir el baño, algo que ha provocado quejas entre los turistas, los residentes y los hoteleros de la zona.
De momento, se ha cerrado un tramo del arenal, a pesar de que mañana martes se podría cerrarse completamente.
La suciedad podría tener su origen en un vertido.
