Europa obliga a los estados miembros a que, a partir de diciembre de 2020, todos los edificios de nueva construcción sean de consumo energético casi nulo, es decir: con un elevado nivel de eficiencia energética y donde la energía requerida sea cubierta mayoritariamente por fuentes renovables. España está a la cola en el camino recorrido para alcanzar dicho objetivo, un reto que, inevitablemente, conllevará un gran cambio para la arquitectura. “Será difícil, pero es evidente que debemos modificar los sistemas de construcción a los que estamos acostumbrados en la isla”, asegura el presidente de la Demarcación de Menorca del Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares, Miquel Sintes.
Junto a Minerva Sánchez, los representantes del colectivo de arquitectos abrieron el viernes el programa de ponencias de la IV edición del Encuentro del Sector de las Energías Renovables que organiza la empresa Barbercoll. El Auditori de Ferreries ha sido este año el lugar de encuentro de un foro inaugurado por el director general de la empresa, Martí Barber, y por el alcalde Josep Carreres, y que ha contado con la participación del director general de Energía y Cambio Climático del Govern balear, Joan Groizard.
Conseguir edificios de consumo energético caso nulo implica actuar en aspectos como la calefacción, la refrigeración, el agua caliente sanitaria, la iluminación o los electrodomésticos, pero también en el propio diseño de la vivienda, en los materiales utilizados o los sistemas de generación de energía. Para Minerva Sánchez, el futuro pasa por volver al pasado, por diseñar edificios pensando en el clima propio de cada territorio y por reducir demandas energéticas.
Centros tecnológicos como Tecnalia, con sede en Vizcaya, trabajan y desarrollan proyectos en todo el mundo para lograr edificios de muy bajo consumo con construcciones innovadoras y rentables. En el encuentro de Barbercoll, Maider Alzola y Enrique Vadillo presentaron, a modo de ejemplo, cuatro edificios residenciales de Suecia, así como el bloque de viviendas sociales en régimen de alquiler construido en Portugalete, en el País Vasco, donde se han aplicado distintas soluciones para lograr un consumo casi nulo, como el uso de paneles solares, una fachada en muro ‘trombe’, un muro solar o el uso de hormigón celular, entre otras.
También en materia de la rehabilitación energética existe mucho camino por recorrer, y más si tenemos en cuenta que el 58% de los edificios en España son anteriores a 1980. En este ámbito, empresas como Tecnalia ya están aportando soluciones en edificios públicos como la Universidad de Mondragón, el Hospital de Cruces o el Polideportivo de San Sebastián.
En clave local, la propia empresa Barbercoll está avanzando hacia los Edificios de Consumo Energético Casi Nulo con la primera promoción de viviendas en las que las que se ha realizado una instalación pensada para mejorar su rendimiento energético. Se trata de una promoción en Sant Lluís donde la introducción de equipos más eficientes y soluciones renovables permite mejorar la certificación energética de la clase E a la clase C; así como conseguir una reducción del 68% en emisiones de CO2 y un recorte en la factura eléctrica anual del 55%.
En el encuentro de Barbercoll también hubo espacio para hablar de la implantación de sistemas de energía solar fotovoltaica. El técnico Pedro Ruano, de la empresa alicantina Solarmassel, explicó los distintos tipos de instalaciones fotovoltaicas y se refirió a los casos en que resultan más rentables, como el bombeo de agua utilizando únicamente energía solar.
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